Lunes de Carnaval en Oviedo: La Corredoria y el Auditorio celebran sus dos concursos de disfraces con éxito de participación

El Antroxu tradicional también estuvo presente de la mano de los Mazcaritos en su paseo por el Antiguo

L. Landázuri

Lleno hasta la bandera y con las emociones a flor de piel. Era el ambiente que se respiraba en la sala de cámara del Auditorio Príncipe Felipe minutos antes de que comenzase el concurso de disfraces que daba el pistoletazo de salida al Carnaval. Hadas con alas de mariposa, una representación de las cuatro estaciones acompañada por la pieza de Vivaldi para ambientar la puesta en escena, bomberos e incluso una versión de Los Picapiedra, protagonizaron un desfile en el que no faltaron la música, los globos y las risas de los más pequeños, las verdaderas estrellas de la tarde.

Unas estrellas que brillaron de la mano de sus padres, piezas clave para dar forma a elaboradas creaciones como una avioneta de nombre "Relámpago", que avanzaba con firmeza dispuesta a hacerse con la victoria a ritmo de pedales. "A ella le gusta la aviación y fuimos a por ello", cuenta Felipe Sánchez, un padre orgulloso que presume de haber tirado de aluminio, hierro, un ventilador reciclado e innumerables horas de trabajo para cumplir el sueño de la pequeña Carla de 10 años.

Los materiales reciclados fueron una de las constantes en los disfraces de los aspirantes a conquistar la correspondiente categoría en la que participaban: Individual, parejas y grupos. Precisamente, en el primer apartado el triunfador entró pisando fuerte desde el jurásico y arrancó los vítores de los presentes con un logrado disfraz de dinosaurio hecho a partir de un viejo colchón y espuma al que no le faltaba detalle, ni la mandíbula articulada ni los brillantes ojos iluminados con luces azules. "La cabeza fue lo más difícil de hacer", cuenta Alejandro Donaire, de 11 años, que se llevó a Aller 300 euros de premio.

Personajes de "Los guardianes de la galaxia", como un Groot hecho a partir de papel o ratones presumidos pasearon sus trajes en un escenario customizado para la ocasión con palmeras, banderas pirata y hasta un cofre del tesoro repleto de joyas, aunque el verdadero botín era compartir una tarde entre amigos y familiares. Es el caso de Lara Martín y Alma González, primas procedentes de Sotrondio que deslumbraron al público con sus disfraces de fantasía, alzándose con la victoria en la categoría por parejas. Un primer puesto dotado con 400 euros fruto del trabajo de un mes.

Disfraces muy elaborados en los que el trabajo en equipo fue la clave y que se lo pusieron muy difícil al jurado compuesto por Rosalía Agudín, periodista del diario El Comercio, Olga López de Zubiría, presidenta del Club Rítmica de La Corredoria, Covadonga Díaz, concejala de Festejos, Jesús Martínez, de la Cadena SER y Gema Losa, de la Escuela Municipal de Música.

El plato fuerte llegó de la mano de la categoría de grupos, en la que un homenaje al Cascanueces se llevó el primer premio. Un galardón acompañado de 600 euros que los protagonistas ya saben a qué destinarán. "Iremos a algún parque de atracciones, a disfrutarlo todos juntos", confiesa Óscar Cuendias, procedente de Candás y padre dos de los miembros del grupo. Unos habituales de los concursos de disfraces, con mucho recorrido a sus espaldas. Papel de periódico, cartón y cola blanca son los materiales empleados para brillar en el desfile. Un trabajo hecho a mano del que presumen orgullosos.

De manera simultánea en La Corredoria también se preparaban para celebrar por todo lo alto su particular Carnaval. Una cita imprescindible en el barrio ovetense, solo interrumpida por la pandemia y organizada desde hace 30 años por la asociación de Mujeres del barrio. "El nivel ha sido muy alto. Nos lo han puesto muy difícil", cuenta Laura Nieto, miembro del jurado junto a Rita Álvarez, Carmen Carvallo, parte de la directiva de la agrupación feminista y Mayte Orozco, presidenta de la asociación de vecinos.

El concurso, en el que se premiaban cuatro categorías, reconoció la dedicación, originalidad y el trabajo artesanal frente al adquirido en un gran almacén. "Es lo que tienen más mérito, que haya sido hecho por los propios participantes", recalca Teresa Ruiz, presidenta de la asociación de Mujeres y una de las encargadas de repartir los 250 litros de chocolate con el los que cerraron una tarde para recordar. "Hubo mucho ambiente y, sobre todo, nos enorgullece saber que muchos prefirieron quedarse a celebrar esta fecha con nosotras antes que ir a Oviedo, a pesar de que allí podían haber optado a un premio económico", añade Ruiz.

Naia Tojo fue la agraciada con el primer premio en la categoría de 0 a 6 años. Un original y dulce disfraz repleto de cupcakes y golosinas que conquistaron al exigente jurado. Un homenaje a la literatura fue el traje vencedor en el grupo de 7 a 12 años, en el que Llara Díaz brilló con una vestido hecho a base de páginas de libros. "Fue uno de los más originales", exclamó Laura Nieto. En la categoría de 13 a 15 años no hubo dudas, al participar una única concursante, los deliberantes lo tuvieron claro y el primer puesto fue a manos de Natalia González disfrazada de unicornio. La competencia feroz se hizo patente en la categoría de grupos, en la que las habilidades con los candidatos con el diseño y las manualidades complicaron la deliberación del jurado. "Tuvimos que dar dos primeros premios debido al buen nivel que había", dijo Teresa Ruiz, encantada con la gran participación e implicación de los vecinos de La Corredoria "con su carnaval", indicó Ruiz.

Fieles al Antroxu popular, los Mazcaritos d'Uviéu volvieron al Antiguo para hacer de las suyas en el Antroxu infantil. Una cita en la que no faltó la chocolatada y las bromas de los más pequeños por el barrio. A lo largo de su recorrido, hicieron una parada en el monasterio de las Pelayas con el objetivo de pedir el aguinaldo. Una tarde de risas en la que los más pequeños recuperaron los tradicionales trajes de Diañu o Sábano para picar a los curiosos que se encontraban a su paso.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents