La segunda vida de Fernando Fanjul, el "ultradeportista" de 45 años salvado tras sufrir un infarto en Oviedo

"Lo último que recuerdo es que salía a correr y luego me desperté en el HUCA", declara, "eternamente agradecido", el hombre auxiliado en Las Mazas por policías y bomberos que acudían a otra intervención a San Claudio

Fernando Fanjul durante una carrera.

Fernando Fanjul durante una carrera.

Fernando Fanjul Fernández tiene 45 años, pero su estado físico es propio de un veinteañero. Este vecino de Pumarín y conductor de TUA es un deportista nato al que lo mismo le da echar una pachanga al fútbol sala que correr una larga carrera de montaña o dar brazadas en una prueba de natación en aguas abiertas. El pasado día 12 de marzo volvió a nacer tras sufrir un infarto en la zona de Las Mazas, a medio camino entre Oviedo y San Claudio. “Lo último que recuerdo es que salí a correr 30 kilómetros. Lo siguiente ya fue despertarme dolorido en la UCI del HUCA”, explica para LA NUEVA ESPAÑA este padre de dos hijos de 12 y 8 años de edad.

La historia de Fernando es la historia de un milagro. Un conocido le cruzó cuando iba trotando hacia San Claudio. Su amigo Antonio Nogueira lo vio desde el coche cuando iba a hacer un recado y a la vuelta le dio un vuelco al corazón al ver que una persona estaba tumbada sobre el suelo. “Él y una anestesista fueron los primeros que me auxiliaron y, en resumen, empezaron a salvarme la vida”, recuerda en relación a unas labores de reanimación de las que se hizo eco este diario e implicaron a bomberos, policías locales y más personas que pusieron su granito de arena en ayudarle a reiniciar su vida.

Sin antecedentes familiares de problemas cardiacos, los médicos tienen claro que lo sucedido fue un accidente cardiovascular impredecible. “Se trata de un coágulo que se formó en mal sitio y me quitó el aire de manera fulminante”, explica sobre una dolencia que apenas le tuvo cuatro días ingresado en el hospital y, salvo que las próximas pruebas digan lo contrario, no le causaron daño alguno al corazón.

Comer sin sal, llevar una vida tranquila y retomar la actividad física “poco a poco” son los consejos de unos facultativos para un hombre que todavía tiene ciertas molestias en la parte izquierda de la cara y el hombro con los que aterrizó sobre la calzada cuando cayó de manera fulminante. “Imagínate comerte el suelo sin poner las manos ni nada”, relata. 

El incidente causó una gran conmoción en todo su entorno. “El susto fue enorme, sobre todo el de mi hija mayor, mi madre y muchos amigos”, rememora sobre una historia con final feliz de muy difícil explicación. “Nadie te libra de un accidente o una enfermedad grave, pero difícilmente piensas que te va a dar un infarto cuando eres deportista, no fumas y apenas bebes”, sostiene un Fanjul que aquel día se estaba preparando para correr una maratón en Madrid. 

Ahora, una vez pasado el susto, entre sus principales objetivos está el de hacer llegar su agradecimiento a todos los que hicieron posible su renacimiento a los 45 años de edad. “He hablado con Antonio y la policía, pero me gustaría dar con la anestesista que me salvó para transmitirle directamente mi eterno agradecimiento”, comenta este incansable deportista que ya ansía volver a echarse a la carretera. “El deporte era mi vida y espero que siga siéndolo en esta nueva”, sentencia. 

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