La Fundación Vinjoy "más joven e innovadora" celebra un siglo de milagro social con 1.300 abrazos

"Asturias es el mejor lugar del mundo para nacer sordo", proclama Adolfo Rivas, director de la entidad, ante un Auditorio lleno de alumnos y familias para festejar "cien años de dignidad"

Con 1.300 abrazos, uno por cada asistente, la Fundación Vinjoy vivió ayer, jueves, su día grande. El Auditorio Príncipe Felipe se llenó de alumnos, profesionales, familias y 200 autoridades volcadas con la celebración a través de largas y sonoras ovaciones como forma de agradecimiento por un siglo cargado de "milagros sociales". Los testimonios de varios representantes de los 1.700 usuarios de los 38 programas de la institución socioeducativa dieron calor a un evento en el que el director, Adolfo Rivas, vitoreado al subir al estrado, y el presidente del Principado, Adrián Barbón, pronunciaron generosos discursos. "Tenemos cien años de dignidad, pero la fundación está más joven e innovadora que nunca", sostuvo Rivas con entusiasmo.

La gran gala prevista a las siete de la tarde comenzó con un pequeño retraso y tras una multitudinaria misa celebrada en la conocida como "la iglesia redonda" de la Gesta. Ya metidos en harina, con una sala principal del Auditorio prácticamente llena, el coro de Voces Blancas del Nalón abrió el programa festivo con la interpretación del "Adiemus" de Karl Jenkis.

Barbón califica a la entidad como "una familia de militantes de la justicia de los que nunca sobran"

Después de la proyección de un vídeo resumen de la amplia labor de los 13 centros educativos de la Fundación y varios mensajes de felicitación por parte de los patronos, con su presidente, el arzobispo Jesús Sanz Montes, al frente, Adolfo Rivas se dirigió a los presentes. En su discurso, el director de la Vinjoy echó la mirada atrás y trajo al presente un momento vivido con Nicanor López Brugos, el "sacerdote bueno" que por aquel entonces le reclutó para llevar las riendas de la Fundación y evitar su desaparición, al quedarse obsoleto legalmente el modelo de colegio para sordos. "Nos dijimos uno al otro: esto no se merece este fin. Se merece llegar a 100 años", rememoró sobre un deseo que finalmente llegó a buen puerto este 2023.

El director recordó la figura del Padre Vinjoy y cómo su legado cuidando de los huérfanos de la ciudad desde finales del siglo XIX dio pie al nacimiento de la Fundación. Destacó cómo después supieron reciclarse como colegio para sordos y más tarde ampliar su labor socioeducativa hasta convertirse en la institución "más dinámica de este país". Hizo también hincapié en varios programas, aunque se detuvo de forma especial para alabar lo que ha supuesto su larga trayectoria para la región. "Asturias es el mejor lugar del mundo para nacer sordo", proclamó Rivas, reivindicando la calidad asistencial de la Fundación y poniendo para ello como muestra los testimonios de algunos extranjeros "alucinados" con la atención gratuita de una Fundación que prevé ayudar a recuperar la audición a casi la totalidad de los 200 usuarios de sus programas que padecen sordera.

"Aurora y Luis son mi alma", admitió el alumno Juan Vega sobre sus profesores

Más tarde, Adrián Barbón se valió de su uso de la palabra para referirse a la entidad como "una familia" entre cuyas funciones puso de relieve la de ser "militantes de la justicia de los que nunca sobran". El presidente del Principado aplaudió a la Vinjoy "por saber estar siempre en el lado bueno de la historia" y garantizó todo el apoyo de su Gobierno "y de toda Asturias" a la enorme labor de "amor y felicidad" desarrollada por los 89 profesionales de la entidad.

El evento se desarrolló entre un gran ambiente festivo y una participación determinante de los alumnos. Andrés González, participante del Centro de Normalización a través del Arte de la Fundación, sorprendió al patio de butacas utilizando los alrededor de 90 minutos de celebración para pintar un cuadro en vivo y en directo con el que plasmó su vista del público desde el escenario.

Por las tablas pasaron también diferentes miembros de la comunidad social de la Vinjoy. Jesús Saavedra relató a sus 19 años como el programa "Trampolín", al que se incorporó con solo 13, le permitió dejar atrás una vida conflictiva y plagada de suspensos para embarcarse en un nuevo viaje vital. "Me portaba mal con los profesores, pero ellos no lo tomaban como algo personal", confesó el hoy auxiliar de enfermería de la Cruz Roja, al que sus pacientes le regalan una media de dos cajas de bombones a la semana. "Esta semana tocó una empanada", comentó con humor.

Saavedra compartió mesa con la profesional Rosana Presa y María Luisa González, una vallisoletana afectada de sordera enamorada de un asturiano que encontró su propia casa en la Fundación cuando decidió trasladarse con su pareja al Principado. "Lo más importante es que ellos quieren a lo que yo más quiero: mi familia", comentó especialmente agradecida por la ayuda recibida por su marido para encontrar un trabajo mejor del que tenía anteriormente.

El alumno Andrés González pintó un cuadro del patio de butacas en vivo y en directo durante el acto

En un segundo turno de testimonios, Adrián Vega, ovetense de 35 años afincado en Siero y oviedista de pro, desveló su sueño de trabajar en Carrefour y confesó la admiración por sus dos profesores favoritos. "Aurora y Luis son mi alma", desveló desatando un gran aplauso del público, al que también arrancó numerosas sonrisas. "Lo peor es madrugar", se resignó un alumno solo dispuesto a trabajar con una condición: "Sin dejar la Vinjoy porque son mi familia".

Al lado de Adrián se situó Penélope Miranda, madre de Colás, un niño diagnosticado de sordera aguda a los cuatro meses que actualmente, a sus 8 años, puede comunicarse perfectamente con normalidad. "Vives con dolor y un miedo al silencio que la familia de la Vinjoy te ayuda a superar", aseguró en un turno de intervenciones cerrado por la trabajadora de la unidad protésico auditiva Laura Atienza. "Llevo 17 años y me quedo con los abrazos y las risas, pero también con los momentos duros", añadió la trabajadora.

Desde las butacas, la amplia representación de la vida política e institucional se sumó con entusiasmo a los aplausos y reconocimientos. El propio Barbón destacó durante su intervención el gran poder de convocatoria de la Fundación, pues entre los presentes estuvieron otros dos expresidentes regionales, los también socialistas Antonio Trevín y Juan Luis Rodríguez-Vigil, mientras que Pedro de Silva excusó su ausencia previamente con una llamada telefónica.

No falló tampoco la delegada del Gobierno, Delia Losa; el presidente de la Junta, Marcelino Marcos; el vicepresidente del Principado, Juan Cofiño; la consejera de Derechos Sociales, Melania Álvarez, acompañada por varios directores generales. Por parte del PP pudo verse a la diputada nacional Paloma Gázquez, así como al diputado regional Pablo Fernández-Pire, además de las concejalas ovetenses Conchita Méndez y Leticia González. También se dejó ver la concejala y número 2 de la candidatura socialista a las municipales, Natalia Sánchez Santa Bárbara.

Entre el público, al que Rivas agradeció su simbólico "abrazo", pudieron verse numerosos rostros conocidos, como el delegado de Defensa, Juan Luis González; el jefe superior de la Policía Nacional en Asturias, Luis Carlos Espino; el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Oviedo, Luis Germán Avilés; el coronel, jefe del Regimiento de Infantería "Príncipe número 3", Pedro Luis Gutiérrez Alcalá; la fiscal superior de Asturias, María Esther Fernández; el vicerrector de Estudiantes de la Universidad de Oviedo, Alfonso López Muñiz, y el presidente de la FINBA, Faustino Blanco.

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