Entrevista | Alain Altinoglu Director titular de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Fráncfort, que actúa hoy en el Auditorio (20.00 horas)

"La parte más desafiante para una orquesta es cambiar su acento"

"La música francesa o la rusa tienen diferentes colores, y hay que encontrarse con ellos"

Alain Altinoglu. | Marco Borggreve

Alain Altinoglu. | Marco Borggreve / A. Pajón

A. Pajón

Alain Altinoglu (Francia, 1975) es el director musical del Théâtre Royal de la Monnaie de Bruselas y el director titular de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Fráncfort. Reconocido mundialmente como director de ópera, su trabajo en la música sinfónica ha cosechado también grandes éxitos. Actúa hoy en Oviedo (Auditorio, 20.00 horas) con la Orquesta Sinfónica de la Radio de Fráncfort en el marco de los "Conciertos del Auditorio", y de la mano de la mezzosoprano Ambroisine Bré interpretarán a Debussy y a Rimski-Kórsakov.

–¿Cómo llegó la música a su vida?

–Mi madre era profesora de piano, así que siempre escuché música, e incluso aprendí a tocar el piano y a leer música antes de saber leer letras. Siempre ha sido una gran parte de mi vida, y ahora hago cien conciertos cada año, así que es toda mi vida.

–Comenzó en este mundo como pianista. ¿Qué le llevó a introducirse en el mundo de la dirección?

–La gran diferencia es que cuando diriges no haces los sonidos con tus propias manos. Mueves la cara y las manos y otras personas tocan para ti. Esa es la gran diferencia. Además, con una orquesta puedes hacer sonar cientos de colores y eso es hermoso.

–Desde 2021 es director musical de la Sinfónica de la Radio de Fráncfort, orquesta que estaremos escuchando en Oviedo. ¿Puede contarnos cómo fue el reto?

–Es una orquesta fabulosa, creo que es una de las mejores orquestas de Alemania con instrumentos de cuerda y de viento fantásticos. De hecho tenemos muchos músicos españoles en la orquesta. Es una orquesta de Radio y tocamos todo tipo de repertorio, desde música barroca hasta música contemporánea. Tenemos el mejor canal de YouTube del mundo para orquesta, y eso es una gran cosa para nosotros porque cuando alguien busca en Google cualquier pieza de orquesta, la primera orquesta que aparece es la nuestra, por lo que estamos muy presentes en las redes sociales. Es una gran orquesta y nos encanta ir de gira y mostrar lo que podemos hacer.

–Su nombre está profundamente ligado a la ópera. ¿Su experiencia en este ámbito juega un papel importante a la hora de dirigir otros repertorios?

–No en todo el repertorio, pero sí en alguno. Por ejemplo, si coges a un compositor como Gustav Mahler, que nunca compuso una ópera pero compuso sinfonías, pero fue director de ópera... eso es importante. Pero si tomas a alguien como Johannes Brahms, que no estaba tan interesado en componer ópera no es tan relevante. Depende del concierto y por supuesto lo que ayuda mucho como director de ópera es que aprendes a acompañar a los cantantes y eso funciona también con los instrumentos, con la flauta o el clarinete... para tomar los respiros que necesitan.

–Hoy, sábado, dirigirá dos piezas muy conocidas, el "Prélude à l’après-midi d’un faune" y "Sheherezade", de Rimsky-Korsakov.

–"Prélude à l’après-midi d’un faune" es una pieza muy importante para la música francesa, es la pieza más famosa del Impresionismo. Debussy escribió esta música sobre el poema de Mallarmé, que es un poema bastante complicado de entender: se trata de este fauno que durante el verano busca una niña. Es un ambiente muy sensual, casi sexual, y Debussy trató de transportar esto a la música, todo el lado erótico de la misma. Luego viene "Sheherezade" de Rimsky-Korsakov. Está basado en "Las mil y una noches". Rimsky-Korsakov compone esta historia en un estilo muy ruso. Es hermoso de escuchar, a veces como música de cine, viajas con ella y ves muchas imágenes, es una gran pieza para orquesta.

–¿Qué desafíos traen consigo estas piezas?

–El desafío es encontrarse cada vez con cada compositor. Porque tienes a Debussy, que es música francesa, y luego tienes a Rimsky-Korsakov, que es ruso, así que tienes diferentes colores. Los retos para la orquesta son como cuando hablas diferentes idiomas. Puedes hablar francés, inglés, español, con un acento fuerte, pero lo difícil es hablar francés, español, alemán o ruso con el acento adecuado. Esa es la parte más desafiante para una orquesta, cambiar tu acento, tener el acento más hermoso cuando tocas. Y otro reto cuando estás de gira es que tienes que adaptar tu orquesta a la sala donde tocas.

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