Entrevista | Ismael Jordi Tenor, actúa este viernes, 31 de marzo, en la gala extraordinaria del XXX Festival Lírico Español del Campoamor

"Los teatros tendrían que programar más zarzuela, y apostar más por ella"

"Oviedo es una ciudad con una tradición lírica enorme y donde ha llegado a cantar hasta Pavarotti"

El tenor Ismael Jordi.

El tenor Ismael Jordi.

Jonathan Mallada Álvarez

Jonathan Mallada Álvarez

Alumno de Alfredo Kraus y de Teresa Berganza, el tenor Ismael Jordi (Jerez de la Frontera, 1973) es una de las grandes figuras nacionales de la lírica. Este viernes, 31 de marzo, a las 20.00 horas, llega al Campoamor, en compañía de la soprano Sabina Puértolas y la orquesta Oviedo Filarmonía, para afrontar una gala extraordinaria en el XXX Festival de Teatro Lírico Español.

–Comenzó el año en el Metropolitan de Nueva York, luego cantó en Amsterdam y en junio en Madrid; ahora Oviedo.

–En Oviedo he cantado dos o tres títulos. Es una ciudad con una tradición lírica enorme y donde ha llegado a cantar, por ejemplo, Pavarotti. Ahora, por diferentes compromisos, no puedo venir tanto, pero agradezco que cuenten conmigo.

–Anime al público para que asista a la gala del Campoamor.

–Hemos seleccionado un repertorio de zarzuelas grandes, emblemáticas, y no venimos de paseo sino con un repertorio que vamos a disfrutar muchísimo nosotros y el público.

–¿Se suele encontrar más cómodo en una producción o en un recital como el de hoy en Oviedo?

–En una producción se trabaja más. Al final, las galas o los conciertos son más cómodos de organizar y preparar, pero los disfruto mucho igualmente.

–¿Qué consideración tiene la zarzuela en el extranjero?

–Maravillosa, en buena medida gracias a las personas que la han difundido. Uno de los que más ha hecho en este sentido es Plácido Domingo. Y muchísimos artistas que cada vez que hacen algún concierto siempre añaden algo de zarzuela. He tenido la suerte de cantar "Doña Francisquita" en Toulouse, en la Ópera de Lausanne; he dado conciertos de zarzuela y de música española en Colonia, en Düsseldorf… y cómo acogen la zarzuela en estos lugares es increíble. Yo creo que la zarzuela tendría que estar más programada en los teatros. Están, por supuesto, el teatro de la Zarzuela, Oviedo –cuyo festival es uno de los importantes en España–, pero creo que los teatros tendrían que apostar más por ella e incluir, al menos, uno, dos o tres títulos al año en sus temporadas.

–La zarzuela va a ser declarada "Manifestación representativa del patrimonio cultural internacional". ¿Llega tarde este reconocimiento?

–Como todo. Yo soy de Jerez de la Frontera y con el flamenco pasa igual. Sí, es el tópico de que las cosas llegan tarde, pero lo importante es que lleguen y que, poco a poco, vaya ocupando el lugar que le corresponde. Está claro que la zarzuela se merece esto y mucho más.

–En 2009 se le concedió un galardón en los premios líricos en el teatro Campoamor; Oviedo ya no es su sede y las funciones también se han ido recortando.

–Es lo de siempre. Vas a Ámsterdam y te quedas alucinado de la gente que trabaja allí, cómo trabaja, las ideas que tienen, lo que hacen por la cultura… Aquí quitan un euro del presupuesto, sale todo el mundo a la calle y meten fuego a lo que sea. Siempre se dice que en cultura se gasta mucho dinero y es lo primero que se suele recortar y, lamentablemente, esto se está viviendo no sólo en Oviedo, sino en muchísimos teatros en España. La cultura no es un gasto, es necesaria; es un bien para el ser humano y para su educación y, en estos tiempos, es más necesaria que nunca. Siempre se dice que ir a la ópera o a la zarzuela es caro, pero ¿cuánto cuesta una entrada para el fútbol? Si piensas en todos los implicados que hay tras una producción de ópera o zarzuela, las entradas son incluso baratas.

–Ha sido premiado por Ópera XXI como mejor cantante masculino de 2022 y tiene una reciente nominación a los premios Talía.

–Evidentemente, lo agradezco, pero después de todos los años que llevo cantando, esto es una motivación para seguir trabajando, sacrificándome y luchando para tener cierto reconocimiento en mi país. Estos dos galardones son, sin duda, un gran estímulo y una motivación extraordinaria.

–Usted sobresale en el papel de Fernando («Doña Francisquita»), que ha interpretado en numerosas ocasiones,y en la gala cantará, precisamente, «Por el humo se sabe dónde está el fuego». ¿Hay algún rol o algún personaje de zarzuela por el que sienta especial predilección o que le gustaría cantar?

–En junio voy a debutar con «Luisa Fernanda» en el Teatro de la Zarzuela, que es una de las que me faltaba. Siempre lo había dejado de lado porque era un papel que requería una voz algo más lírica que la mía. Incluso me invitaron en Oviedo a debutar con «Luisa Fernanda», pero venía de un periodo de gran actividad, quería estudiar la partitura tranquilo y no se dieron las circunstancias. Lo cierto es que todas estas zarzuelas grandes del siglo XX –algunas las interpretaremos en la gala– son un lujo y un reto. Son dificilísimas para los cantantes y los instrumentistas. Kraus siempre me decía: «Hay tres títulos en las que tengo que parar dos o tres semanas y estudiarlas con calma para estar tranquilo y afrontarlas con seguridad: ‘I Puritani’, ‘Don Pasquale’ y ‘Francisquita». Esto da idea de la gran dificultad del repertorio.

–De joven hizo usted sus “pinitos” como futbolista. ¿Por qué se decantó por la música y qué valores compartecon el deporte?

–Era tan bueno jugando a fútbol que terminé cantando (se ríe). Yo jugaba al fútbol, pero siempre tuve cierta afición por el canto, porque en casa mi padre ponía muchos discos de lírica, de rancheras, de tangos… Cogí afición, fui al coro y tenía mucha facilidad para cantar. Me fui a la escuela Reina Sofía a hacer una audición con el maestro Kraus y ahí empezó todo. En cuanto a su semejanza con el deporte, yo varias veces la he comentado con compañeros y todos me dicen:_«¡Bah, eres un exagerado!», pero hoy en día el cantante lírico tiene que ser casi un deportista de élite. Es algo muy exigente. Hoy estás aquí y mañana en Tokio; tienes que estar en forma; dormir bien; estudiar; tener cuidado con lo que comes…

–¿Cuánto hay de voz o de aptitud y cuánto de trabajo, esfuerzo, disciplina y, en definitiva, actitud?

–Cuando ya estás metido en esto, al final la voz pasa casi a un segundo plano. Creo que era Kraus el que decía: «Si además tienes voz, harás carrera». Yo creo que lo principal es la cabeza. A partir de ahí, además de voz, tienes que ser una persona constante, sacrificada, disciplinada, y todo eso a mí, en buena medida, me lo ha dado el deporte. Yo siempre he sido corpulento y ahora mismo estoy más delgado que cuando jugaba al fútbol. Ese espíritu de sacrificio y esa mentalidad deportiva me sirve para este trabajo.

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