Fallece Ángel Silva, fundador junto al padre Ángel de Mensajeros de la Paz

Siendo seminarista impulsó desde la Cruz de los Ángeles el apoyo a jóvenes delincuentes, niños sin familia y en riesgo de exclusión

Ángel Silva con su mujer Clementina y el padre Ángel

Ángel Silva con su mujer Clementina y el padre Ángel / Irma Collín.

A. Rubiera

Ángel Silva Sánchez, fundador junto al padre Ángel García de la Cruz de los Ángeles, entidad que sería el germen de Mensajeros de la Paz, ha fallecido hoy en Gijón a los 87 años. Fue Silva una de las personas fundamentales que desde Asturias dieron impulso en los años 60 del siglo pasado a una figura que casi no existía en España por entonces, la de los hogares infantiles donde dar atención casi familiar y no institucional a los menores sin hogar o con problemas.

Tras conocerse la noticia de su muerte el padre Ángel se refirió a que su amigo, Ángel Silva "ha sido un gran tipo y una persona que ha pasado por el mundo haciendo el bien. Seguro que se encontrará en el cielo con Don Gabino, Vicente Ferrer, Teresa de Calcuta… y con muchos de los niños y niñas a los que ayudó y, por desgracia, nos dejaron”.

Silva y García eran seminaristas en Oviedo -y mantenían amistad desde niños- cuando ambos se involucraron en la atención a la infancia y la juventud marginada, centrándose por entonces en niños gitanos, jóvenes metidos en ambientes de delincuencia y otros en riesgo, o sin familia. Jóvenes a los que incluso visitaban en la cárcel asturiana. “Nos hicimos amigos desde el principio de la estancia en el seminario; a veces, en lugar de estudiar nos íbamos juntos a ayudar a los gitanos de Oviedo” ha contado siempre el Padre Ángel a sus colaboradores en Mensajeros de la Paz. Ahí nació su compromiso de dedicarse a las personas más vulnerables.

Ángel Silva y Ángel García -de pie-, en una foto de seminaristas.

Ángel Silva y Ángel García -de pie-, en una foto de seminaristas. / Mensajeros de la Paz

Entre 1962 y 1963 lanzaron y echaron a rodar el proyecto de formalizar esa atención a través de una institución que denominaron la Cruz de los Ángeles y que pretendía ofrecer sobre todo una casa familiar en la que los menores y jóvenes encontrasen un ambiente diferente, de familia, y una acogida que favoreciera su crecimiento fuera de contextos de riesgo.

Actos y más actos para sacar fondos

La sociedad asturiana respondió al proyecto de Ángel -Gelu- Silva y del padre Ángel y desde el inicio, también, ambos entendieron que si se buscaba el compromiso de personalidades de toda España, y sobre todo del mundo del arte y de la cultura, se podían movilizar más recursos para las necesidades de alojamiento y formación de los niños y jóvenes. Así nacieron festivales de recaudación de fondos y otras muchas iniciativas que llevaron a Silva y a García por toda España.

Finalmente la institución Cruz de los Ángeles nació en octubre de 1963, siendo una pequeña casa en Otero la primera vivienda que el arzobispo de Oviedo bendijo como casa de acogida y entorno de vida familiar para niños y jóvenes en situación vulnerable. "Fue una de las primeras instituciones que nacía con la idea de crear hogares para la infancia y la juventud. Veíamos la necesidad de crear hogares infantiles y juveniles en los que hubiera un grado mayor de convivencia. Sobre todo porque el problema esencial de esos muchachos era la carencia afectiva de la familia y eso había que suplirlo con ese tipo de hogares, más pequeños, más íntimos. Y con esa idea creamos hogares en Oviedo, en Avilés, en La Felguera...", contó a LA NUEVA ESPAÑA hace veinte años Ángel Silva.

Ángel Silva y el Padre Ángel.

Ángel Silva y el Padre Ángel. / Mensajeros de la Paz

"Opté por casarme, pero nunca dejé el sacerdocio"

Fueron años de inicio del proyecto con incansables organizaciones de actos y actividades por parte de los dos sacerdotes para poder atender a cuantos más jóvenes pudieran, lo que acabó dándoles mucha visibilidad en toda España. En Asturias llegaron a tener a más de 200 chicos acogidos. La gran labor en Asturias la continúa el padre Ángel con su traslado a Madrid en los primeros años de los 70.

Ángel Silva dejó el sacerdocio en 1972 y se casó con Clementina Olmo, con la que tuvo dos hijos, Ángel y María Teresa Silva Olmo. "Opté por casarme, pero nunca dejé el sacerdocio. Y una de las cosas que más me satisface es que uno de los chavales que salieron de la Cruz de los Ángeles me salude y me siga llamando padre Silva", relataba en la misma entrevista en LA NUEVA ESPAÑA, en la que apelaba a que "el celibato sea opcional, no impuesto. El celibato es un carisma y un bien, pero también el matrimonio es un carisma, un sacramento, y creo que es compatible con el sacerdocio".

Ejerció durante años la docencia, entre otros sitios en Moreda y Cabañaquinta, y siguió vinculado al proyecto asturiano de la Fundación Cruz de los Ángeles una entidad que pretendía mantener en contacto a todos los jóvenes, educadores e impulsores de la Asociación.

En el acto de celebración del 60 aniversario de Mensajeros de la Paz en Asturias. Por la izquierda, Sergio Mella, Manolo Díaz, el Padre Ángel Ángel Silva.

En el acto de celebración del 60 aniversario de Mensajeros de la Paz en Asturias. Por la izquierda, Sergio Mella, Manolo Díaz, el Padre Ángel Ángel Silva. / Alvaro Fuente

Su "amigo del alma"

Hace unos meses, cuando se celebró en Asturias el sexagésimo aniversario de los primeros pasos de Mensajeros de la Paz, la celebración se hizo justo en el lugar donde nació en octubre de 1962, en el Hospicio de Oviedo, hoy hotel de La Reconquista. Ángel Silva, Gelu, disfrutó del encuentro con el padre Ángel que le llamó su "amigo del alma". De Silva, afectado de Alzhéimer, estuvo todo el rato pendiente su mujer, que contaba la anécdota de que su marido siempre que cogía las fotos del Padre Ángel le rezaba antes de dormirse.

La capilla ardiente ha quedado instalada en el  Tanatorio Gijón-Cabueñes, donde sus restos mortales serán incinerados mañana miércoles, día 19, a las 12.30 horas

El funeral por el eterno descanso de Silva Sánchez se oficiará en la iglesia parroquial de Santa María la Real de La Corte, Oviedo, a las 17.30 horas de mañana miércoles, y la presidirá el Padre Ángel.

Desde Mensajeros de la Paz Sergio Mella Aceves, director general de la entidad, manifestó su "lamento profundo por el fallecimiento de Ángel Silva, cofundador con el Padre Ángel García de “La Cruz de los Ángeles” en 1962, donde comenzó nuestra historia. Ángel Silva y el Padre Ángel cumplieron su sueño de crear hogares, casas de familia donde los más pequeños (algunos abuelos y abuelas a día de hoy) tuvieran nombre y apellido y pudieran contar con educadores y evitar así su ingreso en unos hospicios ya desaparecidos en España. Gracias a ese sueño desempeñó un papel fundamental en la creación de nuestra organización que ya ha dejado huella en más de 75 países y cuenta con más de 1000 trabajadores y 300 voluntarios. Confío en que donde esté seguirá apoyándonos, junto a otros colaboradores que nos dejaron: Inmaculada, Lucía, Félix, Merche… y, por supuesto con mi padre, Pedro Mella. Su dedicación y compromiso con las personas que más sufren, será siempre una inspiración para todos y todas los que trabajamos en Mensajeros de la Paz y su legado en nuestra organización será siempre recordado".

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