El nuevo contrato de Defensa ayudaría a mantener el empleo en Trubia por 12 años

La fábrica es la única en España con capacidad para absorber la cantidad de trabajo que supondría renovar cientos de blindados

José Luis Salinas

José Luis Salinas

La fábrica de armas de Trubia es la única instalación fabril de España con capacidad para asumir el nuevo y multimillonario contrato que acaba de autorizar el Gobierno para que el Ejército de España pueda comprar cientos de blindados de acompañamiento a los combatientes (VAC). Unos vehículos que sustituirán a los antiguos carros de combate del tipo oruga (TOA), que llevan décadas al servicio de las fuerzas armadas nacionales y que ya encaran su jubilación. El contrato ayudaría a la factoría a aguantar los actuales niveles de empleo –en estos momentos tiene en plantilla a unos 800 trabajadores– e incluso le permitirían hacer nuevas contrataciones durante, por lo menos, los próximos doce años. Un enorme espaldarazo.

El Consejo de Ministros autorizó esta misma semana este multimillonario gasto, de 1.970 millones, que en la práctica se traduciría en la fabricación de cientos de blindados y sobre el que la propia Santa Bárbara, dueña de la factoría trubieca, lleva ya bastantes meses trabajando junto a varios socios como Indra, Sapa y Escribano. El proceso será rápido. Una vez autorizado el gasto, el programa tiene que adjudicarse este mismo año, apuntaron fuentes de la industria. Será el ministerio de Defensa el que tenga que definir ahora qué tipos de vehículos quiere, cuántos y con qué características para, a continuación, lanzar la licitación de este programa. Santa Bárbara y sus socios ya llevan bastante camino recorrido, llevan bastante tiempo trabajando sobre un prototipo de vehículo que, basado en los de tipo "Pizarro" que ya manufacturó la planta trubieca, pueda llenar las necesidades de Defensa. Cabe la posibilidad de que algún otro competidor internacional se apunte a la puja, aunque eso dependerá también de las condiciones que imponga el ministerio en la licitación.

Que el diseño de estos nuevos VAC vaya a utilizar como base el de los "Pizarro" no es una cuestión azarosa. Esa configuración ya conocido ayuda a que, en un futuro, los costes del mantenimiento sean menores. A priori, estos blindados tienen una menor complejidad. Al ser unos vehículos de acompañamiento a los soldados no necesitan contar con grandes cañones, sino que basta con que estén equipados con unas estaciones de armas más pequeñas. Así como otro tipo de soluciones que Santa Bárbara lleva tiempo preparando.

El contrato, de lograrse, ayudaría también a mantener activas las dos grandes líneas de producción que hay ahora mismo en Trubia. La de los vehículos a ruedas y la de los blindados con cadenas. Estos VAC encajarían en esa segunda clasificación y de no lograrse la adjudicación es probable que esa línea fabril pueda atravesar por problemas. El nuevo y millonario contrato de Defensa sería el relevo ideal a los 589 Ascod que Santa Bárbara está fabricando para el ejército del Reino Unido y que han logrado mantener a flote la actividad en Trubia durante estos últimos años. Estos tanques y el programa para la construcción de los 8x8 "Dragón", que Defensa adjudicó en el verano de 2020, son los que están permitiendo dar estabilidad a la planta.

El Consejo de Ministros de esta misma semana autorizó un aumento del gasto de dos de los programas en los que está participando Santa Bárbara. Uno de ellos es el del propio 8x8 que acaba de ver incrementado ligeramente su presupuesto con el objetivo de que las compañías involucradas en este proceso fabril incorporen unas nuevas mejoras y equipamientos que ha detectado el propio Ejército, tras realizar un examen de los prototipos. Madrid también ha dado luz verde a un aumento del gasto de los Pizarro porque quiere incorporarles, entre otras mejoras, unos nuevos simuladores para ayudar a los soldados con su manejo.

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