La confesión del presunto autor del crimen de Tatiana Coinac en Oviedo: "Discutimos por dinero y la maté"

Prisión para el exmilitar mierense tras ser halladas en su casa de Lena unas zapatillas que casan con una huella del piso de la mujer moldava

"Discutimos por dinero y la maté". A. F. D., el exmilitar mierense de 35 años detenido el lunes por el asesinato y violación de Tatiana Coinac en Oviedo, confesó así haber sido el autor de los hechos ante los agentes de la Policía Nacional tras su detención. Ayer, sin embargo, se negó a declarar ante la titular del Juzgado de instrucción número 3 de la capital asturiana, lo que no impidió que, de acuerdo con la Fiscalía, se decretase su ingreso en prisión, comunicada y sin fianza. Según ha podido saber este periódico, agentes del cuerpo nacional hallaron el mismo lunes en la vivienda del sospechoso, en Lena, unas zapatillas negras, marca Adidas, calzado que, de acuerdo con los análisis de laboratorio, corresponde al mismo modelo y número que la huella dejada por el asesino en el piso de la ovetense calle Amsterdam, donde fue encontrado el cuerpo de la mujer moldava, de 44 años.

El sospechoso fue trasladado a los juzgados de Llamaquique a media mañana de ayer. Antes de pasar a disposición de la jueza pidió a los policías, a través de su abogado, que le diesen un ibuprofeno para calmar unos fuertes dolores de espalda. En ese momento estaba tranquilo, si bien al final del cara a cara con la magistrada se mostró "visiblemente afectado". La propia Policía Nacional difundió un vídeo del traslado. En el mismo se le puede ver de espaldas, acompañado por dos agentes que le cogen por los brazos.

Tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, el varón fue detenido cuando salía de la casa de una aldea rural lenense donde vive con su mujer, su hijo de dos años, los suegros y un cuñado. Ya por la tarde, en torno a las siete, fue acompañado de varios agentes al lugar de los hechos con la intención de que colaborara en la reconstrucción del crimen.

El despliegue para la detención ha sido bautizado por la Policía como "Operación Leu", en un guiño a la nacionalidad de la víctima, pues los leus son la moneda oficial de Moldavia. Según comunicó la Jefatura Superior de Policía Nacional de Asturias, una de las claves para dar con el presunto homicida fue el análisis de los teléfonos de la mujer. El acusado había contratado una cita sexual con Coinac. Esta tenía planificados todos sus encuentros, siendo su último contacto telefónico A. F. D., lo cual hizo que la investigación se centrara en su persona.

La jueza decidió también levantar el secreto de sumario. Tanto el abogado defensor, el letrado de oficio César Campomanes, como el experto en derecho penal José Manuel Fernández González, contratado por la familia de Tatiana Coinac para llevar la acusación particular, comenzaron ayer a repasar los más de cien folios de informes en los que se detallan los resultados de la investigación llevada a cabo desde el primer momento por la UDEV Central de la Policía Nacional, con base en Madrid.

Fuentes del caso apuntan a que el detenido era un consumidor habitual de prostitución. Esta hipótesis concuerda con las sospechas de sus familiares de que el exmilitar llevaba una doble vida, pues tanto vecinos como amigos lo califican como "buenón", solidario y familiar en el ámbito doméstico.

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A. F. D. ya fue condenado en mayo de 2022 a dos años de cárcel por abusar sexualmente de una soldado subordinada. Los hechos juzgados y admitidos con la conformidad del entonces militar tuvieron lugar en 2020, cuando estaba destinado en Jaca, adonde fue trasladado un par de años antes tras ser ascendido a cabo. El procedimiento llevó al Ejército a suspenderle, pero en los últimos tiempos estaba intentando ser readmitido.

Al ser apartado, el mierense volvió a Asturias en octubre de 2021. Fue entonces cuando se quedó a vivir con su familia política en una aldea rural próxima a Pola de Lena. A su vuelta a la región, explicó a sus más allegados que había pedido una excedencia para cuidar a su suegra. Desde entonces trabajó asiduamente en el sector de la construcción

Según ha podido saber este periódico, A. F. D. también tuvo una condena hace años por compartir fotos íntimas de otra compañera en Asturias. Sin embargo, dichos antecedentes prescribieron.

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