Las naves de la antigua fábrica de armas de La Vega se reabrieron ayer al público rebosantes de arte, de obras e instalaciones sorprendentes e inquietantes. La III Semana Profesional del Arte de Oviedo, que organiza la Fundación Municipal de Cultura y que patrocina LA NUEVA ESPAÑA, llega a su tercera edición decidida a consolidarse como una cita ineludible en la agenda cultural del norte de España y con confianza en su continuidad pese a la reorganización del gobierno municipal tras las elecciones.
Esta edición de la Semana Profesional del Arte es la del adiós de José Luis Costillas a la concejalía y la Fundación Municipal de Cultura. Costillas, que deja el Ayuntamiento y se incorpora a la Junta General del Principado como diputado, se despedía ayer "con orgullo y satisfacción de haber traído aire nuevo a Oviedo" en el terreno cultural. "Había un sentimiento latente que creo que hemos sabido hacer aflorar", dijo, y, haciendo referencia a los años de pandemia, añadió que "el arte y la cultura también son servicios esenciales". Se mostró convencido de que, tras su marcha, el evento seguirá adelante. "Dejo el testigo satisfecho", declaró.
En el acto inaugural, celebrado en la nave de cañones de La Vega y ante infinidad de artistas y colaboradores locales, la directora del certamen artístico, Marta Fermín, puso de relieve que la Semana "integra todo el tejido cultural de la ciudad, cuida de las buenas prácticas artísticas y pone en valor la Fábrica de Armas y su futuro, que quizás sea un futuro cultural". Y tuvo palabras de reconocimiento para José Luis Costillas: "La actividad cultural de Oviedo ha dado un salto enorme de calidad y esperemos que tenga continuidad", manifestó.
También intervino en el acto el delegado de Defensa en Asturias, el coronel Juan Luis González, que asimismo se mostró confiado en el futuro, aunque en otro sentido y en referencia al proyecto para el complejo fabril ovetense. "El convenio sigue adelante, solo hay que darle tiempo", dijo. Agregó que es un orgullo poder poner a disposición de la sociedad un espacio que "puede ser y será seguramente un polo cultural".
La consejera de Cultura del Principado, Berta Piñán, también asistió a la inauguración, sentada entre el público, y participó en la visita que Marta Fermín guio por los espacios expositivos.
La Semana Profesional del Arte cuenta con medio centenar de artistas involucrados a lo largo de los 12 días de actividad, hasta el 11 de junio. Es una programación más extensa que nunca, con exposiciones e instalaciones, talleres, coloquios y conferencias, como la que ofrecerá el mallorquín Miquel Barceló, premio "Príncipe de Asturias" de las Artes en 2003, el 10 de junio en el teatro Filarmónica. Esta edición incorpora además al Colegio de Arquitectos de Asturias, que se suma al Museo de Bellas Artes y al Colegio de Abogados en calidad de sede colaboradora. Para sus representantes, precisamente, tuvo la dirección de la Semana un obsequio: una pieza de cerámica de la firma Woodic, detrás de la que está la asturiana Natalia Suárez.
Para el público, la actividad en la gran factoría cultural en la que La Vega se convierte durante estos días comenzó con una impactante instalación lumínica del avilesino Javier Riera. El artista no pudo asistir ayer a la presentación de su obra en Oviedo porque inauguraba otro montaje en París, dentro de las actividades de la "Nuit Blanche", pero estará en la ciudad el 6 de junio para mantener un encuentro con el público en la nave 1.
Hoy, a las 18.00 horas, el recinto quedará abierto a las visitas, que podrán recorrer sus espacios y detenerse a observar obras como las de Carmen del Castillo, la colaboración de Pablo de Lillo y Teresa Patiño, la instalación sonora de Mikha-Ez y Cova del Campo y el resto de trabajos de los artistas que participan en esta edición. A las 20.00 horas, la artista mallorquina Amparo Sard, con infinidad de reconocimientos internacionales, mantendrá un coloquio con el público. Su obra, diseñada para el recinto fabril de Oviedo con plásticos que adoptan la forma de árboles invertidos, se puede contemplar en la nave de utillaje.