Mafalda ya no puede dar de comer a los patos en el Campo San Francisco

Quejas por la plantación de bambú en el estanque, que impide a los más pequeños mirar y alimentar a los patos y tortugas

Bambú en el estanque

Bambú en el estanque

"Ahora por lo menos los patos tendrán más intimidad". Seguramente que algo así habría pensado Mafalda, el genial personaje de Quino, cuando vio cómo las cañas de bambú comenzaban a brotar frente a ella en el Campo San Francisco. Se ha quedado sin vistas al estanque.

La escultura, ya todo un icono de la capital asturiana, no habla. Pero quienes sí lo hacen (y han sido muchos) son los ovetenses, que hacen una valoración prácticamente unánime sobre la plantación de estas cañas que se dan en prácticamente todo el mundo salvo en en Europa y la Antártida: "Es un fastidio". Y no para Mafalda, sino para los más pequeños que, como han hecho generaciones y más generaciones anteriores a ellos, se acercaban a la valla del estanque para dar de comer a estos animales.

Ahora los patos, tortugas y peces tendrán más intimidad. Y seguramente una mejor dieta, sin caprichos de origen "quiosquil"; pero esa zona de la charca pierde su verdadero icono, que es mucho anterior que Mafalda: los niños correteando, disfrutando y, por qué no, dando de comer a los animales.

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