La Semana Profesional del Arte, que organiza la Fundación Municipal de Cultura de Oviedo y patrocina LA NUEVA ESPAÑA, ha entrado en el Museo de Bellas Artes de Asturias. En su recoleto jardín ha dejado Federico Granell un gran regalo en forma de escultura. "Ofrenda floral", una gran mano que sostiene un ramo de flores que se derraman sobre el césped, quedó instalada ayer y hoy, a las 12.00 horas, su autor conversará con quienes se acerque a contemplarla.
Como se trata de una pieza de gran altura, que ronda los tres metros y sobresale por la verja del jardín, ayer llamó la atención y ya recibió muchas visitas. El artista cangués ha concebido la pieza como un obsequio para el Museo: "Una gran mano ofreciendo flores al museo, un gran regalo para un gran museo", y para la ciudadanía: "Estamos viviendo una época triste, con la pandemia, la guerra, y pensé en hacer algo alegre".
Esta escultura es también "un experimento", con una escala con la que Granell nunca había trabajado y en la que piensa seguir indagando. "La gente está sorprendida, esto no se parece a lo que yo hacía. Nunca había hecho una escultura de exterior. Para mí supone abrir una puerta a investigar y explorar nuevas ideas", comentó. La figura de un niño, con flores en su mano y con las dimensiones con las que trabaja habitualmente el artista, completa el escenario, en "un juego de escalas y misterio".
El Bellas Artes hace tiempo que cuenta entre sus fondos con obra de Federico Granell, pero nunca ha sido expuesta. "Esta es mi primera obra a la vista en el Museo", bromea el artista.
El director de la pinacoteca, Alfonso Palacio, compara "Ofrenda floral" con la de Claes Oldenburg y la de Juan Muñoz, detecta en ella "cierto a aire pop y teatralidad" y avanza que su estancia en el jardín del Museo se prolongará más allá del final de la Semana del Arte. "Se ha adaptado como un guante", confirmó Palacio.