Los mejores perros policía presumen de músculo en Oviedo

La perra Mía de la Policía Nacional de Asturias es capaz de detectar el olor de una pequeña pastilla de hachís a varios metros de distancia y distinguir a su portador en medio de una multitud.Otro perro de los guías caninos puede sacar a un fornido delincuente incluso por la ventanilla de una furgoneta, tirando con sus fuertes mandíbulas. Otros canes distinguen un mínimo rastro de gasolina en medio de la nada, algo importante para detectar, por ejemplo, si un incendio ha sido provocado. La actuación de estos perros dejó boquiabiertos a propios y extraños, pero solo fueron una pequeña parte de la exhibición que la Policía Nacional ofreció en La Losa de Oviedo, en la que mostró lo más granado de sus especialidades, con presencia de la Delegada del Gobierno, Delia Losa, el Jefe Superior,Luis Carlos Espino, y el Jefe Regional de Operaciones, Miguel Ángel Ramos.

Los cientos de personas concentrados en La Losa pudieron ver a dos equipos de la Unidad de Intervención Policial, la IXª UIP –que en mayo cumplió treinta años–, realizando un simulacro de avance frente a una multitud violenta. También pudo verse en acción a los coches zeta y las motocicletas de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR). O a seis agentes a caballo venidos de Madrid, adscritos a la unidad de Caballería que ya ha patrullado por Oviedo en otras ocasiones, como durante las fiestas de San Mateo.

En la explanada de La Losa se desplegaron varios puestos en los que pudieron verse otras especialidades, como la de los Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (TEDAX), donde se expuso un robot Aunav-08, provisto de dos pequeños cañones, especializado en la desactivación de explosivos improvisados y municiones reglamentarias, así como en actividades de defensa Nuclear, Radiológica, Biológica y Química (NRBQ).

Otros puntos de interés fueron los puestos de la unidad de subsuelo, especializada en la vigilancia de la red de alcantarillado, y el los agentes del Servicio de Medios Aéreos, con sus boinas azules, que expusieron un dron dotado con cámara. La Policía Científica también tuvo su espacio, y los más pequeños pudieron jugar a hacerse las huellas. En definitiva, una exhibición de músculo que se ganó el aplauso de los ovetenses.

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