David Álvarez, un melómano a la carrera en el Campoamor

El nuevo concejal de Cultura es un aficionado a la música clásica, con abono en todos los ciclos municipales, que asume un área con carencias de personal y urgencias en infraestructuras

David Álvarez Menéndez.

David Álvarez Menéndez. / LUISMA MURIAS

Chus Neira

Chus Neira

David Álvarez Menéndez (Oviedo, 1977) será ya, dentro de un mes, el nuevo concejal de cultura, un área a la que llega después de una carrera de fondo como asesor del grupo municipal en el primer mandato de Alfredo Canteli, una mucho más larga como militante del PP desde sus tiempos mozos y una de devoción constante a la música clásica, abonado de todos los ciclos y público asegurado en conferencias, charlas y programaciones relacionadas con la música académica en la ciudad.

Este aficionado a las carreras, "runner" a tiempo parcial, nació y se crió en el barrio de La Argañosa, hijo de una maestra y un militar, y encontró en el Partido Popular una base sólida de amigos y un espacio donde desarrollar su interés por el asociacionismo, como ejerció en algunos grupos vinculados a su partido, como Acuspa.

Pese a que acabaría dedicándose profesionalmente a otros ámbitos de trabajo, su afición por la música clásica, por el arte, por las humanidades en general, le llevó a estudiar la carrera de Historia del Arte en la Universidad de Oviedo, donde se licenció en 2001. En esos años universitarios ya había seguido alimentando su interés académico con cursos sobre las relaciones artísticas entre España y América en el mundo contemporáneo, sobre gestión de museos o sobre restauración y gestión del patrimonio.

Su formación de postgrado le llevó a Barcelona, donde cursó un máster en Gestión Cultural en la Universidad Internacional de Cataluña y donde empezó a trabajar en el mundo que más le apasiona, el cultural, desenvolviéndose como gestor cultural en los servicios generales y el área educativa del Auditorio de Barcelona.

Pese a esos comienzos, David Álvarez orientó también su carrera en aquellos años, a partir del 2005, al mundo de la empresa. Cursó un máster en la Esade de dirección estratégica en marketing y empezó a trabajar en la empresa de seguridad Grupo Prosetecnisa, primero en su departamento comercial, después como jefe de ventas del Noroeste y por último, entre 2016 y 2017, como consejero delegado y apoderado.

Ya fuera de la empresa privada, prosiguió su formación en gestión cultural en Asturias y la llegada de Canteli al gobierno municipal le brindó la oportunidad de integrarse como asesor en su equipo, vinculado al grupo municipal, de la mano del teniente de alcalde Mario Arias, uno de sus valedores. Desde entonces, a David Álvarez se le ha visto poco en público pero ha desarrollado mucho trabajo por detrás, en especial como apoyo de Covadonga Díaz en el área de Festejos o de Leticia González en Servicios Sociales. Ha sido un trabajo discreto en el que se dedicó a trabajar y que le permitió, finalizada esta primera etapa, presentar un buen expediente de trabajo. "Podía presentar una buena pila de expedientes y trabajos resueltos a lo largo de estos cuatro años", indica un amigo.

Esa capacidad de trabajo unida a su formación específica en cultura y su máster en Esade movieron la balanza de forma definitiva para que Canteli decidiera incorporarlo a su equipo. Quiere, ha dicho el Alcalde, que lleve la condición de Oviedo como referente de la música clásica todavía más allá.

David Álvarez tendrá ahora que aterrizar en un mundo que conoce bien pero solo como aficionado. Un vistazo a su twitter, la red social en la que se muestra más activo, confirma algo sabido, que es un habitual de todos los ciclos. Está abonado a los Conciertos del Auditorio, a las Jornadas de Piano, a las sesiones de la OSPA y también a la Ópera y la Zarzuela. De esa presencia e interés constante conserva amistades entre intérpretes asturianos, pero no una familiaridad con el ámbito de la gestión de la parcela musical vinculada al Ayuntamiento de Oviedo y que depende de la Fundación Musical Ciudad de Oviedo, donde se integra tanto la banda de música como la OFIL, la Oviedo Filarmonía.

Cuando ocupe su despacho en el teatro Campoamor, David Álvarez tendrá que hacer frente a dos problemas urgentes. De un lado, la Fundación Municipal de Cultura (FMC), un ente autónomo del Ayuntamiento pero dependiente de él en muchos campos como el de la Intervención o Tesorería, tiene graves carencias de personal, más graves todavía tras la jubilación de los últimos gestores que se incorporaron a la primera FMC, en los años ochenta. Por otra parte, el área que gestionará pivota principalmente sobre los grandes auditorios y teatros que llevan años reclamando una reforma integral que todavía no se ha acometido. Con un teatro Campoamor necesitado no ya de la tan comentada ampliación pero sí, al menos, de una reforma que garantice la viabilidad y rentabilidad de grandes producciones, David Álvarez tendrá que pensar también en la gestión conjunta de estos espacios, que también carecen de una programación y una gestión unificada.

En su propósito, anunciado durante esta primera semana, de llevar la música clásica y esa condición de gran capital cultural del Norte un paso más allá, David Álvarez contará con algunos apoyos y caminos recorridos. El más destacado es el que ofrece la Fundación Musical Ciudad de Oviedo, y el trabajo de la OFIL, y también la programación, muy asentada y de prestigio nacional e internacional de todo lo que se puede disfrutar en el Auditorio y que él conoce bien. Según explicó Alfredo Canteli en su primera entrevista tras ganar la mayoría absoluta, la idea que el PP tiene para este año es que esa oferta de Oviedo no se alimente solo de abonados y que se desarrolle un programa de paquetes turísticos vinculado a esas programaciones que pueda atraer público de las comunidades vecinas.

Por otra parte, David Álvarez heredará de su predecesor, el concejal José Luis Costillas, un ensanchamiento de la programación cultural que anuncia que mantendrá y potenciará. A todas las líneas puestas en marcha por el edil de Ciudadanos, en especial las dedicadas a nuevas músicas (indie, urbana, jazz...) y nuevas expresiones artísticas como la Semana Profesional del Arte o el programa LINK, tendrá que añadir la incorporación de nuevos recintos que durante esta etapa ya se empezaron a ocupar de forma intensiva, como la fábrica de armas de La Vega.

Si el convenio entre el Ayuntamiento, Ministerio de Defensa y gobierno del Principado llega a buen puerto, la vertiente cultural de la vieja fábrica de armas, una parte importante para la que ya se han recibido algunas ofertas, también recaerá sobre su área, que tendría además, quizá, la oportunidad de inaugurar un recinto más si la rehabilitación y reacondicionamiento de la plaza de toros de Buenavista se lleva a cabo durante este mandato. Es otra carrera de fondo, con varios obstáculos, pero con la promesa de un gran premio y un recorrido a la altura.

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