El hombre que atracó un banco de Oviedo para llevarse 500 euros acepta tres años y medio de cárcel

La fiscal solicitaba cinco años de prisión, pero tuvo en cuenta como atenuante la confesión del autor, un hombre de 50 años con numerosos antecedentes

El acusado, la mañana de este martes, sentado en una de las salas del palacio de justicia de Llamaquique.

El acusado, la mañana de este martes, sentado en una de las salas del palacio de justicia de Llamaquique.

J. C. D. LL., el hombre de 50 años acusado de atracar con una pistola de aire comprimido una sucursal bancaria de Ciudad Naranco (Oviedo) el 9 de mayo para llevarse 500 euros, reconoció este martes los hechos en el juzgado y aceptó una pena de 3 años, 6 meses y un día de cárcel. Aunque la fiscal solicitaba inicialmente una condena de cinco años de prisión, las partes tuvieron en cuenta como atenuante la confesión de los hechos para pactar una pena más baja. El varón había devuelto previamente el dinero robado.

El escrito de acusación sostenía que, sobre las nueve menos cuarto de la mañana de dicho día, el acusado entró en la sucursal de la entidad bancaria Caixabank, que se encontraba abierta al público en ese momento. Lo hizo con una pistola de aire comprimido –con cargador y de material de plástico– y escondiendo completamente su rostro con una chaqueta con capucha y con una braga que le cubría la nariz y la boca. Una vez dentro de la oficina, el detenido se dirigió directamente a la directora, que estaba sentada en la zona de la ventanilla de atención al público. El hombre se colocó en su lateral y la encañonó con la pistola, a la vez que le gritaba: "¡Dame el dinero ya!". La responsable de la sucursal le contestó que sólo tenía el dinero suelto que se encontraba en el cajetín de su derecha. Mientras tanto, el acusado seguía encañonándola a la vez que le decía: "Dame más, dame más".

La directora le entregó al acusado la cantidad total de 500 euros en 10 billetes de 50 que se encontraban en el dispensador. El acusado continuó exigiéndole más dinero, pero la mujer le explicó que si activaba el dispensador de nuevo se activaría la alarma, motivo por el cual el hombre se dirigió a la otra mesa de atención al público. Allí se encontraba sentada otra empleada de la sucursal, a la que igualmente encañonó con la pistola que llevaba y le exigió la entrega de efectivo. No obstante, como la mujer no podía darle más dinero, el acusado abandonó el establecimiento dándose a la fuga. La directora de la oficina activó entonces la alarma.

El ya condenado fue detenido por agentes de la Policía Local de Oviedo tras ser perseguido hasta la calle Jerónimo Ibrán, donde finalmente consiguieron arrestarlo. Los agentes le intervinieron la pistola que llevaba escondida en el interior del pantalón, a la altura de la cintura, y el dinero sustraído que tenía guardado en diferentes bolsillos de su ropa. A pesar de lo aparatoso del suceso, ninguna persona resultó lesionada. El preso es un varón de 50 años natural de Alicante y afincado en Sama de Langreo sobre el que, según fuentes policiales, pesarían numerosos antecedentes penales.

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