Este es el perfil de los emprendedores ovetenses

La creación de negocios bate récords en Oviedo y el Talud de la Ería suma 720 emprendedores

J. L. S.

El emprendimiento rompe techos en Oviedo. El termómetro lo marca el Talud de La Ería, que durante el año pasado registró una cifra récord de 720 "coworkers", lo que supone un incremento del 15% respecto a las cifras del año anterior. No todos han estado a la vez en estas instalaciones municipales, ni tampoco se pusieron en marcha el año pasado –muchos llevaban fraguándose tiempo–, algunos han pasado por allí en algún momento del año y otros sí que son habituales de estas instalaciones. No obstante, el dato sirve para medir el vigor emprendedor de la ciudad, que va cogiendo temperatura tras el bache de la crisis del coronavirus.

Los datos figuran en la memoria de actividades que acaba de divulgar Oviedo Emprende, que es la marca municipal que cobija a las iniciativas en materia de emprendimiento y de impulso a la actividad empresarial. Los números ponen de manifiesto, según el concejal de Economía en funciones, Javier Cuesta, la recuperación del dinamismo económico del municipio. Cotiza al alza.

Javier Cuesta: «Cualquier proyecto debe tener en su ADN lo digital para lograr el éxito»

La memoria también permite trazar el perfil tipo del emprendedor ovetense. Más de la mitad (el 55% son hombres), con menos de 35 años (el 40,9%) y con educación universitaria (59,6%). Más porcentajes. El 81,2% de los usuarios son ya autónomos o han puesto en marcha su propia empresa, mientras que el resto son proyectos que están todavía en una fase embrionaria. Y lo que más demandan estos empresarios –primerizos en la mayoría de los casos– es el de una ayuda con el diseño del modelo de negocio y todo lo que tenga que ver con la estrategia comercial.

También necesitan que alguien les eche una mano en materia de digitalización. Según asegura esa memoria se han llevado a cabo 263 consultorías sobre posicionamiento digital, comunicación o comercio electrónico. Cuesta aseguró que "en este momento cualquier proyecto emprendedor debe tener en su ADN lo digital para tener garantías de éxito". Esa es la razón, asegura, por la que en los últimos meses se está contando con el asesoramiento de los empresarios que forman parte de la patronal regional de las compañías tecnológicas, el Clúster TIC. "Eso nos permite contar con expertos que atiendan las necesidades de nuestros usuarios", asegura el edil.

Con la llegada la pandemia, los servicios de Oviedo Emprende, que en sus diez años de historia han estado muy enfocados a los emprendedores, tuvieron que abrir el foco para dar abrigo a autónomos y pymes, que fueron los sectores más afectados por los golpes de la pandemia. Así, en la primavera de 2020 se pusieron en marcha unas líneas de servicio orientadas a ayudar a la supervivencia de estos negocios. El mecanismo se mantiene. Durante este tiempo, han pedido auxilio 163 compañías, la mayoría demandaron servicios de consultoría digital para ampliar su foco de ventas. "La pandemia nos obligó a adaptarnos a las necesidades emergentes que, en aquel momento, se centraban en lograr que no se destruyese tejido empresarial. Esa experiencia nos ayudó a consolidar un sistema de apoyo a empresarios cuya demanda no para de crecer", aseguró Cuesta.

Además del Cluster TIC y la Cámara de Comercio de Oviedo, la Universidad y la Asociación de Jóvenes Empresarios también colaboran de forma habitual con el Talud de La Ería. Un sistema que, apunta Cuesta, "otras ciudades han venido a conocer y copiar, por lo que espero que se siga impulsando en el futuro".

Marta Pérez inició su negocio en enero y ya da charlas para nuevos emprendedores

Marta Pérez llegó al Talud de La Ería a finales del año pasado con la idea de montar un negocio de asesoramiento en comunicación y gestión de redes sociales. Allí participó en un programa de asesoramiento porque no tenía mucha idea de cómo montar un negocio en solitario. Necesitaba base en asuntos como el legal. "Aquello me impulsó a tomar la decisión, de la que empecé tenía que hacer contratos con proveedores de servicios y no sabía cómo", asegura, "por ejemplo, a la hora de contratar a proveedores tuve que contratar a una empresa de protección de datos".

Marta Pérez, en el talud. | Irma  Collin

Marta Pérez, en el talud. | Irma Collin / J. L. S.J. L. S.J. L. S.

Funcionó. En enero montó su propio negocio y lo puso a funcionar. Ahora cuenta ya con una base estable de clientes a los que gestiona sus redes sociales. Cuenta con siete fijos. Y ha aprendido tanto que es ella misma la que forma a otros emprendedores en materias como la comunicación o el márketing, sus especialidades. "Me lo propusieron en el propio Talud, me llamaron para dar esa formación y estuve hablando con 16 empresas, la mayoría eran nuevas", asegura, "les miraba las redes, la web y les hacía propuestas de mejora, como una radiografía".

Sobre su estancia en el Talud, solo tiene palabras de agradecimiento. "Es un espacio para conocer gente, y para que te vayan conociendo, también para mejorar porque siempre hay algún curso de formación", destaca.

Ana Martínez-Guisasola abrió una peluquería para animales: «No he parado ni un solo día»

Ana Martínez-Guisasola Urbieta abrió las puertas de su peluquería para perros y gatos hace solo tres meses. Lo de establecerse por su cuenta lo tenía entre ceja y ceja. "Siempre quise tener mi propio negocio, es lo que buscaba, tener mi propio horario y hablar directamente con los clientes, cara a cara", asegura. Se dio cuenta tras un tiempo trabajando por cuenta ajena para otros. La última compañía en la que había estado cerró, por lo que se vio en casa y sin empleo y dio el salto.

Ana Martínez-Guisasola, con un perro en su peluquería.

Ana Martínez-Guisasola, con un perro en su peluquería. / J. L. S.J. L. S.J. L. S.

"Me ayudaron mis padres con el tema económico porque no es fácil", apunta. Es joven, tiene 25 años, con lo que necesitaba ir al banco con alguien que la respaldara. "Necesitas a alguien que te avale, de lo contrario no hay manera", asegura. La experiencia ya la tenía. "Estudié auxiliar de veterinaria y peluquería canina. También estuve trabajando un tiempo, pero siempre quise hacerlo para mí misma".

La aventura empresarial no le ha decepcionado. "Desde que abrí no he parado, ha venido mucha gente que ya me conocía de otros trabajos y luego el boca a oreja funciona bastante bien", asegura. Abrió en pleno centro de la ciudad, lo que también ayuda al trasiego de clientes. Aunque una de sus características es que también admite gatos, lo que no es tan habitual en una de estas peluquerías. Atiende a mininos que, o bien tienen problemas de espalda y no pueden lavarse por sí mismos, o que ya so mayores para hacerlo. También "deslana" a los de pelo largo.

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