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Trascorrales, lienzo del "gastroarte"

"Seguiré con el legado de mi padre", dice el hostelero de la Bienal "Casa Consuelo" en la muestra de parte de sus fondos en la plaza del pescado

Una pareja admira los cuadros de la exposición de Casa Consuelo, en la plaza de Trascorrales. | Luisma Murias

"Con la irreparable pérdida de Álvaro García la Bienal se quedó sin su máximo impulsor". Disfrutaba muchísimo. Él mismo elegía a los homenajeados, el motivo de la medalla conmemorativa, se interesaba por los jurados, no dejaba de buscar siempre nuevos patrocinadores y colaboradores...". Esas son las palabras que Orlando Pérez, actual director de la muestra artística "Memoria y Vida de la Bienal, la Gastronomía y la Pintura ‘Casa Consuelo’", dedica al que fuera propietario del restaurante luarqués homónimo y que falleció a finales de 2022 a los 85 años de edad. La edición de este año rendirá un homenaje al empresario, quien fue principal organizador desde 1987 del evento artístico que aúna gastronomía y artes plásticas. Orlando Pérez, que dirige ahora la Bienal, ha puesto en marcha la exposición, en colaboración con la Fundación Municipal de Cultura (FMC) y que incluye 30 obras del fondo del certamen, de las que un 80% se pueden admirar en los muros del restaurante .

Un legado familiar

La historia de Casa Consuelo, en Otur (Valdés) es la de un legado familiar. Y esa cultura de pasar de padres a hijos la lleva a rajatabla Álvaro García López, hijo del histórico hostelero. "Mi padre no dudó en hacerse cargo de todo en solitario a la muerte de su hermano Roberto. Yo siempre le animaba y seguiré con todo el legado de mi padre, con la muestra y con el restaurante. Es el mejor homenaje que podemos hacerle".

Orlando Pérez cree que la actitud de Álvaro García López de seguir adelante con todo "es la mejor manera de honrar a su padre", al frente de una casa que ya suma 88 años.

El padre contaba cuatro décadas compaginando las tareas propias de Casa Consuelo con la organización de la muestra artística, cosa que siempre hizo "con tremenda ilusión". "Era muy importante para él, trataba de encargarse de todo y siempre buscó traer a los mejores cocineros y críticos", relata a este periódico el hijo, que enumera nombres.

La obra «Aroma picante» llama la atención de un visitante | Luisma Murias

El empuje del padre lograba reunir cada año no solo importantes artistas sino un fiel elenco de patrocinadores. Con su ayuda, acumuló para la última edición del certamen un fondo de adquisición de obras que superó 30.000 euros.

Las fronteras asturianas no han sido inconveniente para el crecimiento de la bienal. Su proyección hace tiempo que ha alcanzado a todas las autonomías españolas, además de varios países, llegando en la última edición a presentarse casi 300 obras sobre las que se realizó la selección final.

La recopilación contiene obras de artistas de la talla de Carlos Sierra, Pelayo Ortega, Alejandro Mieres, Pachín, Antonio Suárez, Miguel Galano, Kiker, Francisco Velasco, Ricardo Mojardín, Simón Gallego, Vicente Pastor, Valdés Solís, Fernando Fernández Redruello, Demetrio Reigada, Rodolfo Pico, Ramón Villa, Ramón Rodríguez, Núñez Arias, Daniella Zanzoni, Cristina Cuesta, María Braña, Sarelo, Manuel Linares, Kihong Chung y "Nekane", entre otros.

La edición de 2024 "aumentará el número de patrocinadores", según afirman desde la organización, al igual que el fondo de adquisición. La exitosa conjunción de cocina y arte ha convertido a la cita valdesana en el certamen pictórico asturiano más antiguo celebrado con patrocinio privado. Y para el año que viene, cuando tocará elevar el gran homenaje a su histórico impulsor, los organizadores prometen que darán el do pecho. Se entregarán.

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