Muchas décadas después de haber cesado su actividad industrial, las máquinas van a volver a trabajar dentro de la Fábrica de Gas, recinto industrial superviviente del siglo pasado en el corazón del Antiguo ovetense entre las calles Azcárraga, Postigo y Paraíso. Las máquinas entrarán, de momento, para demoler, poniendo en marcha un plan de descontaminación y limpieza que desde la primera aprobación del Plan Especial del recinto, en 2012, está pendiente.
El Ayuntamiento de Oviedo acaba de conceder esta licencia de obras de demolición de todos los edificios que están ahora sin protección, según el plan vigente, y salvando también de la piqueta la pieza de la Popular Ovetense, que tanto el Ayuntamiento como Patxi Mangado, arquitecto contratado por los nuevos dueños del recinto, quieren conservar.
Con la licencia para demoler y limpiar, el fondo de inversión Ginkgo Advisor, especializado en este tipo de operaciones de descontaminación, puede poner en marcha la parte inicial de su plan para la parcela. Ya han contratado una empresa con sede en Asturias para realizar los trabajos y les resta la presentación de una serie de avales, un trámite administrativo que desde el Ayuntamiento juzgan de rápida resolución, para finalizar el papeleo.
Ginkgo cuenta, pues, con poder meter las máquinas dentro de la Fábrica de Gas en menos de un mes, a mediados de octubre. Si todo va según lo previsto, en ese momento el Ayuntamiento ya tendrá en sus manos el nuevo plan especial, redactado por Patxi Mangado, para la parcela. El arquitecto, que la semana pasada estuvo reunido con el equipo de gobierno municipal y que recibió la aprobación directa del Alcalde Canteli a su proyecto para el recinto fabril, ya tiene listo el documento final, que podría presentarse ya a lo largo de la semana que viene a los departamentos municipales correspondientes.
A la espera de ver el resultado final de lo que Mangado ha ideado para la parcela, los primeros bocetos que han trascendido incluyen un parking, un volumen anexo al gasómetro y un juego de rampas y escaleras además de un paso elevado que recorre parte del ámbito y pretende conectar toda esta zona con el Antiguo, dando un salto sobre la muralla.
En su bosquejo de la nueva Fábrica de Gas, además de la pasarela elevada, el arquitecto navarro parece haber planteado algunas ideas que ya llevaban tiempo circulando, como la conservación íntegra de la Popular Ovetense, la inclusión de un aparcamiento subterráneo o la necesidad de cerrar el gasómetro y construir en su interior, aunque aumentando su edificabilidad con un volumen anexo.
Así lo plantea un primer boceto desvelado en exclusiva hace cinco meses por este periódico y en el que destacaba un gran espacio libre de uso público, dominado por las zonas verdes. Lo que sugería aquel documento es que Mangado ha tratado de despejar y dar una nueva lectura, más ligera, a los elementos industriales que se conservaban y gozaban de protección.
Respecto a la nave de la Popular Ovetense, el lugar al que llegó por primera vez la energía eléctrica a Oviedo, en el cambio del siglo XIX al XX, Mangado ha salvado la nave al completo y según un dibujo facilitado por su estudio, se plantea darle algo más de altura con un nuevo volumen en su interior. Habrá que ver si, finalmente, esa pieza acaba siendo destinada a usos dotacionales o si, tal y como figuraba en el anterior plan que EDP encargó a César Portela, se mantiene la construcción de pisos dentro de estos volúmenes
Una de las primeras preocupaciones de Patxi Mangado, tal y como desveló a LA NUEVA ESPAÑA en su primera entrevista tras la operación de compra de Ginkgo a EdP y al conocerse que él sería el encargado de renovar el diseño de la fábrica, era la complejidad de las cotas del terreno, en pendiente y con espacio muy abigarrado, para resolver esos problemas, la operación incorpora terrenos de la parcela anexa en la calle Paraíso y también diseña unos nuevos itinerarios peatonales gracias a rampas escaleras y juegos de niveles que van perfilando nuevas plazas.