Habla una herida en el atropello múltiple de Oviedo a la que salvó su pareja, ahora en la UCI: "El coche venía como un tren"

El novio de la panameña Miroslava Morales, un lenense de 56 años, y una mujer venezolana de 46 están graves tras ser arrollados por un octogenario

Miroslava Morales, ayer, en la zona del atropello, junto a una de las marcas que indican hasta dónde fueron desplazados los heridos. | F. Vallina

Miroslava Morales, ayer, en la zona del atropello, junto a una de las marcas que indican hasta dónde fueron desplazados los heridos. | F. Vallina / Félix VallinaVíctor Delgado

La panameña Miroslava Morales entró ayer en el estanco de la calle Nicolás Soria preguntando por la persona que se encontraba trabajando el lunes por la tarde. La mujer quería agradecerle al dependiente de Ciudad Naranco "todas las atenciones" que le prestó ese día después de que un Volskwagen Golf, conducido por un octogenario del barrio, se la llevase por delante a ella, a su pareja y a otra mujer que se encontraba junto a ellos cuando se disponían a cruzar por el paso de cebra que está situado justo frente a la puerta del estanco. Miroslava asegura que está viva de milagro. "Vi las luces del coche venir enfrente de nosotros como si fuese un tren. Venía a toda velocidad y yo cerré los ojos porque pensaba que todo estaba perdido, pero mi pareja me empujó hacia un lado y me salvó la vida. El coche sólo me golpeó un poco, pero a ellos los cogió de lleno y los lanzó varios metros", explica la mujer.

"Nos conocimos por internet hace cuatro años y vine a Asturias para encontrarnos hace solo cinco días"

Miroslava Morales, que tiene 48 años, tuvo que ser atendida en el hospital el día del atropello, pero sus heridas son leves y recibió el alta horas después del ingreso. Su novio, un hombre de 56 años de Pola de Lena, no corrió la misma suerte y permanece en estado muy grave en la Unidad de Cuidados Intensivos del HUCA. Tiene fracturas craneales, en el rostro, las dos piernas rotas, un brazo fracturado, diez costillas rotas y uno de sus pulmones perforados. "Lo tuvieron que operar de urgencia nada más llegar. No he podido hablar con él porque está totalmente sedado. Está muy mal", repite entre lágrimas Miroslava Morales. La otra mujer que resultó herida a consecuencia del brutal atropello de Ciudad Naranco, una venezolana de 46 años afincada en Villapérez, también se encuentra en la UCI con pronóstico grave. Según ha podido saber este diario, se encuentra sedada con neumotórax.

La panameña salió prácticamente ilesa del accidente, aunque se encuentra "perdida, angustiada, sin teléfono móvil que funcione en España y sola" para hacer frente a una situación como la que le ha tocado vivir. Es la primera vez que está en España. Llegó el pasado 26 de noviembre para conocer en persona a su pareja, un hombre del que se enamoró por internet y con el que llevaba cuatro años de relación a distancia. "Llevábamos sólo cinco días juntos. Estábamos como en una nube porque hasta ahora no habíamos podido vernos en persona. Primero por la pandemia y después por otras circunstancias personales no habíamos podido organizar este encuentro, pero conseguimos ahorrar dinero para estar juntos y acabó ocurriendo esta desgracia", explica la mujer.

VÍDEO: Tres personas heridas tras ser atropelladas por un coche en Ciudad Naranco

Félix Vallina

Miroslava se hospeda en un hotel de Ciudad Naranco y su pareja estaba alojado con ella. El lunes habían ido en tren a visitar Gijón. "Íbamos a cruzar el paso de cebra para ir hacia el hotel cuando vi que el coche venía frente a nosotros. Mi pareja me empujó y me golpeé con el bordillo. Entonces fue cuando el señor del estanco salió a ayudarme y me metieron dentro. Yo estaba totalmente aturdida y ellos trataron de tranquilizarme, pero cuando salí y lo vi tirado en el suelo se me vino el mundo encima. Pensé que estaba muerto", señala la mujer describiendo un escenario dantesco. "También estaba a su lado la otra señora que fue atropellada. No conocía a la mujer, pero en cuanto la vi supe que estaba muy grave. Fue todo horrible", añade.

"No se quién es la otra herida, pero en cuanto vi que los dos salían despedidos supe que era grave"

"Esto es un calvario"

"Estoy muy agradecida a quienes me ayudaron porque en ese momento había riesgo de que los andamios que golpeó el coche se cayesen encima de nosotros", dice Miroslava Morales. No en vano, el hombre de 85 años que iba al volante del coche que se los llevó por delante arrancó una papelera, partió en dos una farola y dañó seriamente el sistema de andamiaje que lleva meses instalado en esa acera para arreglar la fachada de un edificio. El coche que conducía es automático y las primeras pesquisas apuntan a que el hombre se puso nervioso y pisó el acelerador en vez del freno al ver que el semáforo se le ponía en rojo y los peatones estaban comenzando a cruzar.

Miroslava Morales tiene billete de vuelta para Panamá el día 4 de noviembre, el próximo sábado, aunque aún no sabe si va a coger ese avión. Ayer estaba perdida, no sabía siquiera llegar al HUCA para preguntar por el estado de su pareja. Al final consiguió acceder a la UCI para estar con su novio. "Mi intención es estar aquí esperando hasta que despierte. Me ha salvado la vida y quiero estar a su lado", afirma la mujer. "Hemos tenido muy mala suerte, esto es un calvario. Sólo espero que los médicos consigan sacarlo adelante y que se recupere cuanto antes de las heridas. Yo estoy bien y conseguiré arreglármelas. El problema es él y la otra mujer que está en el hospital", subraya.

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Víctor Delgado

El paso de cebra del atropello, ubicado en la calle Nicolás Soria, es un lugar que las asociaciones vecinales de Ciudad Naranco ya habían señalado como uno de los "puntos negros" de la ciudad en sus reclamaciones al Ayuntamiento. Alegan que su peligrosidad es tan grande se debe a que la acera es muy estrecha, algo agravado aún más por el andamio de una obra que lleva instalado ahí varios meses. Los vecinos piden que se reacondicione la zona, muy concurrida peatonalmente por la gran cantidad de locales que hay en esa calle, y ven una buena oportunidad para hacerlo las obras que están en marcha en el puente de Nicolás Soria. Marisa Álvarez, de la asociación Activa Ciudad Naranco, apunta al semáforo que hay a pocos metros del paso de cebra del atropello como uno de los aspectos clave a corregir. "Los coches se fijan más en el semáforo, que tarda mucho en ponerse en verde, que en los peatones. Además, la intermitencia mientras está en color ámbar genera aún mayor despiste y provoca que los conductores pasen lanzados. Es algo que no costaría nada cambiar", asegura. Álvarez espera que las desgracias sirvan al menos para conseguir que las autoridades actúen. "Están primando los coches sobre los peatones y nos llevamos sustos todos los días", valora.

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