La manchega Rosa Navarro gana el "Tigre Juan" con sus cuentos de "humor surrural"

La catalana Patricia Font recibe el reconocimiento como finalista por "Plagio" en una gala que premió también los relatos cortos de cuatro jóvenes autores

De pie, por la izquierda, David Álvarez, Patricia Font, Rosa Navarro, Pedro Sánchez Lazo y Javier Gámez: sentados, Patricio Jiménez, Clara Palop, Adela Martín y Miguel Santos.

De pie, por la izquierda, David Álvarez, Patricia Font, Rosa Navarro, Pedro Sánchez Lazo y Javier Gámez: sentados, Patricio Jiménez, Clara Palop, Adela Martín y Miguel Santos. / Diego Fernández

Chus Neira

Chus Neira

De la importancia y vigencia del premio "Tigre Juan" que concede Tribuna Ciudadana y que ayer completó su XLV edición dijo mucho el discurso de la ganadora, la manchega Rosa Navarro (Ciudad Real, 1982). En un abarrotado Salón de Té del Campoamor, la autora del libro de relatos "Niña con monstruo dentro" felicitó al propio galardón por ser "tan respetable", por "buscar las voces jóvenes", por "valorar géneros como el cuento en una carrera tan difícil contra la novela" y "por la libertad para ayudar a las pequeñas editoriales que publican más allá de modas y de los seguidores en Instagram".

Algo de todo eso tiene su libro de relatos, el primero que publica, editado por Bala Perdida y que además del "Tigre Juan" ya le ha valido ser finalista del "Setenil" al mejor libro de cuentos. Sin un hilo argumental que abrace todas estas tramas, el jurado, compuesto por Azahara Alonso Gómez, Susana Domínguez Tejedor, Javier García Rodríguez, Rafael Gutiérrez Testón y Milio Rodríguez Cueto destacó el carácter "surrural", un humor pariente del de José Luis Cuerda y la pertenencia a la escuela cervantista que envuelve a todos ellos. "Si hay algo común a todos los cuentos", confirmó la autora, "es el humor, un humor especialito, a veces negro, a veces absurdo, pero humor".

"Plagio", de Patricia Font (Barcelona, 1972), publicada por la editorial Barrett, recibió el reconocimiento de este "Tigre Juan" en la categoría de finalista. Se trata de una novela que transita por el género de la autoficción y que está ambientada en el mundo del teatro. "Va del éxito y del fracaso en función del triunfo", explicaba ayer la autora, "de tratar de responder a la pregunta de si el anonimato es una salida para triunfar".

Rosa Navarro posa con el premio en el Campoamor. | Diego Fernández

Rosa Navarro posa con el premio en el Campoamor. / Diego Fernández

Crecido ya en las últimas seis ediciones con el premio de relatos cortos, el "Tigre Juan" acogió ayer la entrega de los galardones de la VII edición de esta modalidad ahijada de la categoría principal. La nómina de premiados y finalistas llenó el Campoamor de esas voces jóvenes que Rosa Navarro había aplaudido en su discurso. En la categoría de 12 a 17 años se concedió el primer premio a Adela Martín, que extendió sus agradecimientos a "los profesores que nos animan a presentarnos a estos certámenes y a que nos interesemos por la cultura en todas sus formas". Patricio Jiménez recibió el premio en la categoría de finalista y celebró, nervioso, haber logrado captar el interés con su trabajo más allá de su "círculo cercano". Los "mayores", los ganadores en la categoría B de 18 a 30 años fueron la valenciana Clara Palop y el andaluz Miguel Santos. Más allá de su pasión literaria, los cuatro seleccionados en el premio de relato corto tenían en común su estreno como visitantes en Oviedo y los cuatro celebraron la ciudad como "una maravilla". La ganadora, Rosa Navarro, que no era nueva en la tierra de Pérez de Ayala, fue más allá en sus piropos: "Si algo sé es que aquí se lee mucho, y que en esta lucha combate del lado de las letras".

El presidente de Tribuna Ciudadana, Pedro Sánchez Lazo, fue el encargado de abrir el acto. Lo hizo con recuerdo a los fundadores del premio y con una exaltación del arte como vacuna ante los "nubarrones" que traen al aquí y ahora la parte más oscura de la revolución tecnológica, las redes sociales, la inteligencia artificial.

El concejal de Cultura, David Álvarez, al frente de una Fundación Municipal de Cultura que patrocina el certamen, celebró el volumen y calidad de los participantes. "Hay que festejar que sigue habiendo muchos y muy buenos autores", señaló. Y se despidió con un "¡consuman cultura, por favor!".

La gala la completó la joven flautista Lucía Fernández Toraño interpretando obras de Telemann, Piazzolla y Paganini. De telón de fondo de la sala, el cartel diseñado por Toño Velasco, las cerámicas de Carmen Montes del premio de relatos y la escultura de Jaime Herrero completaron el escenario de la gran fiesta cultural y literaria del otoño de Oviedo.

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