Entrevista | Dulce Pontes Cantante y compositora, recibe hoy el Premio Internacional de Folclore "Martínez Torner", del Ayuntamiento de Oviedo

"Hay días en los que soy fadista, y otros en los que no, pero siempre seré ‘Amaliana’"

"Estrella Morente es la hermana que tengo en España; conocer a Morricone fue un privilegio, de hecho grabé ‘Amapola’ pensando que era suya"

Dulce Pontes, ayer en Oviedo. | Diego Fernández

Dulce Pontes, ayer en Oviedo. | Diego Fernández / María José Iglesias

María José Iglesias

María José Iglesias

Dulce Pontes (Montijo, Portugal, 1969), recibe esta tarde (20.00 horas) en el Auditorio Príncipe Felipe el premio Internacional de Folclore "Martínez Torner", que concede la Escuela de Música Tradicional del Ayuntamiento de Oviedo. Será un acto de libre acceso, hasta completar aforo, ante el que la artista portuguesa se muestra ilusionada y emocionada. Dulce Pontes representó a Portugal en el Festival de Eurovisión y quedó octava. Desde entonces, no ha parado. Ha colaborado con Ennnio Morricone, José Carreras y Andrea Bocelli, entre otros. El Ayuntamiento de Oviedo premia una carrera de 35 años "en las que ha sabido unir el respeto por la tradición con la apertura a la innovación fusionando el fado con otros estilos musicales". La artista está considerada la sucesora de Amalia Rodrigues, aunque ella asegura que Amalia fue la reina y que ese título no le corresponde. Su voz y su talento han entusiasmado a públicos de todos los continentes.

–Ha cantado en portugués, español, italiano, inglés, gallego, mirandés, griego, japonés...¿Para cuando en asturiano?

–En asturiano no he cantado, pero hice una versión de "Asturias" de Albéniz que recuerdo por su especial dificultad. En Oviedo actué hace ya muchos años, así que estoy encantada de regresar. Esta ciudad es preciosa, apetece para venirse en Navidad. Además este premio toma el nombre del musicólogo Eduardo Martínez Torner, que tanto hizo por el folclore de España y Asturias en su famoso Cancionero.

–Ama el folclore y la premia la Escuela de Música Tradicional del Ayuntamiento de Oviedo, que trabaja justo para rescatar y preservar ese legado...

–Estoy feliz y muy agradecida con este premio que llega en el momento justo, cuando celebro 35 años de carrera y ya empiezo a valorar el camino que he recorrido. Ha sido una emoción muy especial recibir la noticia de José Manuel Fernández Gutiérrez (Guti), director de la Escuela Municipal de Música Tradicional Asturiana del Ayuntamiento de Oviedo.

–Decía Torner que la música es el arte que más se parece a la naturaleza...

–Es cierto. La música está ligada a todas las acciones del hombre, a los rituales de la agricultura, al tiempo de la siembra, a ritos paganos que luego se mezclaron con lo religioso. En el norte de Portugal tenemos algo tan especial como los cantos de lobos. La música nos ayuda a entender el universo.

–Vive en Montijo, donde nació, cerca de su madre y tiene el corazón en el Alentejo, la tierra de su padre, donde late la esencia rural de Portugal

–El Alentejo son mis raíces. Allí, en medio de la nada, tengo un antiguo molino de agua. Sueño con estar allí. Es un lugar en el que planeó hacer algo así como encuentros culturales, pero más adelante, de momento me apetece disfrutarlo. Realmente allí encuentro la paz, y además tiene una acústica fantástica.

–Hace músicas de todo el mundo, siente debilidad por el flamenco, el tango y por supuesto, el fado. ¿Qué tienen estas músicas que las hace tan cercanas?

–Todas ellas son músicas del alma y por eso llegan tanto a la gente. No importa el lugar, en realidad hay un hilo común que las conecta. Ahora bien, si la música no sale del alma también se nota.

–La cantaora Estrella Morente es una de sus mejores amigas españolas. Le hará ilusión saber que en Oviedo existe una peña flamenca dedicada a su padre, Enrique Morente.

–Estrella Morente es una hermana para mi. He conocido a su padre y he paseado por el Albaicín con ellos. Es una persona que quedó impregnada en mi. Hablo español con fluidez gracias a ella. Es una gran artista.

–¿Es fadista o no es fadista?

–Pues verá, hay días en los que sí y días en los que no. Soy "Amaliana", eso desde luego, y digamos que para mi la música no tiene fronteras. Algunas se llaman a si mismas fadistas y hacen otras cosas, yo prefiero no hacerlo.

–Empezó muy joven y Eurovisión la catapultó. ¿Como se ve ahora, rebasados los 50?

–A este momento yo lo llamo "el purgatorio del amor", vamos de los hijos que nos necesitan, a los padres, que también. Somos una generación que nació en tiempos tranquilos, pero que ahora no sabe muy bien que va ser de ella. –¿Le preocupa el extremismo reinante?

–En Portugal está el caos.

–Está todo muy extremado. Pero no quiero hablar de política. No me gusta.

–¿Servirá la música para unir?

–La música es el alimento del alma. Tiene un efecto sanador. Claro que une. La música es un ejercicio espiritual para mi. No tengo religión pero mi maestro es Jesús.

–Se le quiebra la voz cuando habla de Ennio Morricone...

–Fue un privilegio conocerle, trabajar con él. Ha sido muy importante en mi vida; como mis maestros y mis padres. La última gira con Ennio fue extraña, con esa dureza de saber que algo que amas mucho se acaba. Él sabía que cuando parase de componer se iba a ir.

–Podría haber cantado ópera.

–Mi sueño era ser bailarina y me formé para ello. También estudié piano. Mi padre me decía " si tienes algo bueno es la voz". A él no le gustaba que fuese artista.

–Su último trabajo es "Amapola". ¿Cómo ha llegado a ese tema de 1920?

–Se va a reir...Pensé que era de Ennio y resulta que lo ha grabado media humanidad. Lo he adaptado. La letra era un poco antigua.

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