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Paraíso capital

Saco despierta en negro: así se levantó el telón de la semana del cine en Oviedo

Tras la realidad virtual en la Lila, la combinación del cine de Garci con la música de Víctor Coyote levantó el telón de la semana del cine

Público asistente a Saco.

Público asistente a Saco. / Miki López

Gonzalo García-Conde

Gonzalo García-Conde

Finalmente, se estrenó la Semana SACO, la vanguardista programación de experiencias audiovisuales de Oviedo. Después de varias semanas de incertidumbre en las que el silencio, que se sumaba a la ausencia de Radar en el primer trimestre, provocó cierto runrún (que bien podría haber sido una estrategia de comunicación en sí misma) el festival se ha puesto en marcha sin sombras. El lunes 11 se confirmó la aventura y el jueves 14 se revelaron los secretos de su programación. Una décima edición que afianza el crecimiento exponencial y las posiciones de vanguardia ganadas en las ediciones anteriores. Dentro de un curso cultural de ajustes presupuestarios, SACO X mantiene sus grandes apuestas que le han llevado hasta donde está: los cine-conciertos, la Sema, la colaboración con el Museo de Bellas Artes, conferencias, mesas redondas, el regreso del audio drama colectivo, la realidad virtual….

Precisamente fue la realidad virtual programada en el cíber-centro de La Lila la que, lejos de la alfombra roja, dio el Pistoletazo de salida a las actividades. Este año con una colaboración con la Alianza Francesa y el Instituto Francés para la cultura en el que se presentan varias experiencias inmersivas, documentales, unas y otras de ficción, una de ellas premiada en el Festival de Venecia. Después de un pase privado para los estudiantes de francés del IES La Corredoria, el público empezó a llenar las sesiones desde primera hora de la tarde.

Pero todos sabemos que el plato fuerte de SACO son los cine-conciertos.

Pocos minutos antes de las ocho de la tarde, un Campoamor que repartió todo el papel en tiempo récord presentaba un aspecto magnífico para disfrutar de "El crack", obra maestra de José Luis Garci, con banda sonora en directo de Víctor Coyote y Javi Álvarez.

Saco despierta en negro

Víctor Coyote durante la proyección de «El crack». / Miki López

Enrique Menéndez, encargado de presentar la cinta, citó al propio Garci cuando decía de su filme que era una película española, negra, pero española. Coyote, leyenda de la música alternativa española, comparte con el personaje de Germán Areta (ptotagonista detective interpretado por un genial Alfredo Landa) un inconformismo enfermizo con la realidad que le rodea. Es un músico de verdad, incapaz de dejar de crear experiencias y de renunciar a sus principios aunque eso le mantenga alejado del foco. En colaboración con Javi Menendez crea una partitura que se descompone en dos vertientes. Una que salpica de matices muy sutiles la narrativa más dramática y otra, más protagonista, que colorea las transiciones. Igual que la película de Garci, la música de Coyote demuestra el arraigo y el amor por Madrid y sus ambientes. Una urbe que cada día representa el principio de la aventura para unos y el final para otros. Y como los madrileños, los gatos, conviven con esa dualidad.

Samplers, sintetizadores y otros juguetes analógicos o digitales dieron cuerpo a una partitura tan divertida, intensa y claustrofóbica como el propio "Crack". Garci y Coyote resuelven, por separado, situaciones narrativas muy difíciles con elegancia. Un maridaje de altura que, dándole la vuelta a las palabras del oscarizado director madrileño, abre con cine negro de verdad, español, pero negro, la Semana del Audiovisual Contemporáneo de Oviedo.

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