Ángel Rodríguez Viejo deja de ser el cura de San Tirso el Real tras 49 años y llega el exabad de Covadonga

El párroco, que antes ya había sido coadjutor, será sustituido por Adolfo Mariño Gutiérrez, nuevo número 2 de la Iglesia asturiana

Ángel Rodríguez Viejo deja de ser el cura de San Tirso tras 49 años ligado al templo

Ángel Rodríguez Viejo deja de ser el cura de San Tirso tras 49 años ligado al templo

Después de 49 años ligado a la iglesia de San Tirso el Real –los últimos 25 como párroco y previamente como coadjutor– el sacerdote Ángel Rodríguez Viejo está a punto de oficiar su última misa en este templo de origen prerrománico situado a la vera de la Catedral. Su despedida está programada para el próximo día 8 de septiembre a las 12.30, un domingo que será recordado por los fieles como el último en el que Rodríguez Viejo ejerció como sacerdote en San Tirso. A partir de ese momento le sustituirá en el cargo Adolfo Mariño Gutiérrez, que fue Abad del Santuario de Covadonga y acaba de ser designado vicario general y moderador de la curia. Es decir, el número dos de la Diócesis de Oviedo, o lo que es lo mismo, de la Iglesia en Asturias.

Está claro que los fieles que acuden a misa a la iglesia de San Tirso el Real van a echar de menos a Ángel Rodríguez Viejo después de su última homilía. Quienes lo conocen aseguran que es un hombre "reservado, pero muy cercano" y que siempre disfrutó paseando por Oviedo para acercarse directamente a la gente, sobre todo por su querido Antiguo. "La ciudad propicia un enriquecimiento personal importante. Gran parte de nuestra tarea es escuchar. La espiritualidad cristiana responde a muchas preguntas que la sociedad vive hoy. La gente necesita ser escuchada", explicaba el sacerdote durante la última entrevista que concedió a este diario.

Ángel Rodríguez Viejo es natural del pueblo de Santa Bárbara, en el concejo minero de San Martín del Rey Aurelio. En el año 1939, cuando tenía doce años, ingresó en el seminario de Valdediós (Villaviciosa) para iniciar una formación hacia el sacerdocio que culminó con su ordenación cuando aún no había cumplido los 23 años. "En aquellos tiempos no era nada raro tener un hijo cura. Yo soy el mayor de tres hermanos. Mis padres tenían una religiosidad normal. Tengo una prima monja y algún pariente lejano, pero tampoco me toca muy de cerca", cuenta Rodríguez Viejo, que a lo largo de su carrera estuvo de sacerdote en Pola de Siero y en Luarca y que también fue ayudante del organista en la Catedral de Oviedo.

Adolfo Mariño, esté sábado, en Covadonga.

Adolfo Mariño, en Covadonga. / P. Á.

El párroco que se retira siempre presumió de su querida iglesia de San Tirso el Real. "Es la parroquia decana de la ciudad y de las mas antiguas de España, nacida en el siglo IX", sostiene Ángel Rodríguez Viejo, que también deja muchos amigos entre los fieles que asistieron a sus misas durante tantos años. "También me siento muy orgulloso de la feligresía, que siempre ayuda y quiere mucho a su parroquia", señala.

Adolfo Mariño Gutiérrez, el que será el nuevo párroco de San Tirso, es natural de Avilés y tiene 71 años, aunque se mantiene joven. Fue ordenado sacerdote en 1979 y comenzó su labor pastoral en el occidente de Asturias: Pesoz, Grandas de Salime y San Martín de Oscos. En 1983, pasó a ser coadjutor de San Pedro de los Arcos (Oviedo), con la encomienda de organizar la creación de la nueva parroquia de San Melchor, en el barrio de Vallobín. Tras su construcción, fue nombrado párroco de ese nuevo templo, cargo que desempeñó entre 1990 y 2003. En este último año, fue nombrado párroco de San José, de Gijón. Y en 2017 se puso al frente del santuario de Covadonga, como abad. Ahora, acaba de ser designado vicario general y moderador de la curia, cargo en el que sustituye a Jorge Juan Fernández Sangrador, quien, a su vez, asume un órgano de nueva creación: la Vicaría Episcopal de Cultura y de Relaciones institucionales.

El nuevo párroco de San Tirso sigue teniendo su vocación tan clara como el primer día. "Si millones de veces naciera, millones de veces sería cura. Y más en este momento tan secularizado y tan de espaldas a Dios. Ahora es mucho más hermoso anunciar la buena noticia, ese primer anuncio que es Jesucristo, a estas sociedades descristianizadas. Claro que sigue teniendo mordiente y es entusiasmante", aseguró Adolfo Mariño Gutiérrez en declaraciones a este periódico.

El sacerdote que sustituirá en el puesto a Ángel Rodríguez Viejo compaginará su alto cargo en la Iglesia asturiana con la dirección de la iglesia de San Tirso el Real. "Siempre fui sacerdote de parroquia. Lo llevo en el alma. Me gusta mucho la vida de la parroquia, de los grupos. La vida parroquial es una vida de cercanía también: enfermos, ancianos, niños, jóvenes…", dijo nada más conocer su nuevo destino en Oviedo.

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