"Forma Antiqva" pone de largo en el Auditorio su disco "De sópitu"

"De sópitu" –con descaro, de pronto– es el título del último trabajo en el que han estado investigando los músicos de "Forma Antiqva" y que han venido presentando en escenarios contados en el último año. Ahora es también el título del último disco de la formación. Un disco, el primero con sello propio, que pondrán de largo que el jueves 19 de diciembre (19.00 horas), en la Sala de Cámara del Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo. (Por error, en una información anterior se indicaba que la presentación sería el jueves 5 de diciembre). Han contado para ello con el trabajo de varios nombres asturianos de contrastada solvencia, como Ricardo Villoria, Fernando Arias, Ismael González o Xurde Álvarez.

El director de orquesta y clavecinista asturiano Aarón Zapico, al frente de "Forma Antiqva" ha materializado con este disco "una nueva interpretación y contexto para la música de raíz popular del norte de España", según explicó, y ha llevado adelante lo que, según había venido confesado, es "uno proyectos más interesantes, importantes y personales de mi vida artística".

"De sópitu", tal como desarrollan desde la formación, es un trabajo fuertemente vinculado con Asturias. "Es un proyecto discográfico y programa de concierto que explora la conexión entre la música de raíz popular y la clásica de una manera que nunca antes se ha hecho. Compositores como Händel, Matteis o Sanz conviven de manera natural con canciones populares como ‘El señor cura de la Piñera’, ‘Nun llores nin’ o ‘Santa Bárbara bendita’ sin ir más lejos".

"De Sópitu" toma forma de disco como la tomó un proyecto musical que se ha podido disfrutar en algunos auditorios del norte de España. "Me vi en la necesidad de hacer algo que conectase con la música de mi tierra, el folclore, con todo lo que sabía, intuía y lo que tenía en la cabeza. Esas músicas que me resultaban conocidas, como si fuera un terreno muy transitado, pero que no han sido mi especialidad", ha dicho Zapico de este proyecto que al final tiene una base clara: "de la música popular sale todo; así ha sido en todas las épocas de la historia de la música, pero más aún en el barroco, en los siglos XVII y XVIII". En "De sópitu", la música popular pasa a un primer plano de una manera improvisada y con un punto de descaro. "La idea fue mostrar en todo su esplendor esa raíz popular y tocar toda esa música que creemos que nos pertenece, que es la de Asturias, la de Galicia, la de Cantabria, la de Escocia, la de Irlanda... la de todo el Arco Atlántico", ha explicado Aarón Zapico.