El futuro de un espacio clave de la ciudad

Expertos cifran en 70 millones el coste de hacer un campus en el viejo HUCA

"Alguien debería explicar por qué se permitió saquear los edificios", dice Dámaso Bances, que fue jefe de gestión del Hospital durante 45 años

Dámaso Bances, posando ayer delante de los desvalijados edificios de Consultas Externas y la Residencia del viejo HUCA.  | IRMA COLLÍN

Dámaso Bances, posando ayer delante de los desvalijados edificios de Consultas Externas y la Residencia del viejo HUCA. | IRMA COLLÍN

"No puedo ni mirar para allá porque me pongo malo". Así muestra Dámaso Bances su disgusto e indignación por ver el estado actual de los "17 edificios con más de 120 puertas" del antiguo HUCA. El que fuera máximo responsable del mantenimiento del equipamiento desde 1968 hasta su jubilación, en 2013, visitó ayer con LA NUEVA ESPAÑA el otrora complejo sanitario, hoy convertido en una especie de ciudad zombi, donde opinó que algunos de los edificios que el Principado quiere derribar este año "son recuperables" y estimó, valiéndose de sus conocimientos en materia de construcción y valoraciones expertas, que convertir Silicosis, Maternidad y Consultas Externas en un nuevo campus universitario supondrá una inversión de "de en torno a unos 70 millones de euros".

Bances todavía tiene grabado en la mente cómo se puso al frente del cuidado de la entonces Residencia Sanitaria Nuestra Señora de Covadonga cuando solo tenía 25 años. "Estaba muy verde y mi primera incidencia fue un incendio en una incubadora", explica el ingeniero técnico industrial, subrayando que fueron avatares como este los que con el paso del tiempo le convirtieron en el mayor experto sobre las entrañas del centro de referencia de la sanidad asturiana.

Aunque cuando alcanzó la jubilación su cargo era el de subdirector de gestión del Hospital Central de Asturias, afirma que fue "un jefe de mantenimiento" llamado de diferentes formas durante las más de cuatro décadas en las que desempeñó un papel clave para todos los gerentes que tuvo el espacio desde Luis Pérez hasta Jaime Rabanal, pasando por otros nombres como Ignacio Riesgo, Ernesto Tuñón, José Antonio Sanchís Moll o Juan José Fernández. "Trabajé con administraciones de todos los colores políticos y creo que todos trataron de hacerlo lo mejor que pudieron", apunta.

Hoy, pasados 57 años de su llegada a la Residencia, en los que, entre otros quehaceres, supervisó la construcción de los edificios de Maternidad y Silicosis, así como las diferentes ampliaciones y reformas realizadas en el complejo, dice no entender el estado actual del viejo HUCA. "Alguien debería explicar por qué se permitió saquear los edificios. Es como si entran en mi casa y yo me quedo parado mirando a los ladrones", apunta Bances, visiblemente sorprendido tras echar un ojo a edificios como el de Consultas Externas, en el que hasta hace poco había oficinas. "Ahora solo está el cascarón", lamenta.

El ingeniero ve bien que se apueste por un nuevo campus para revivir la zona, aunque no las tiene todas consigo respecto a la viabilidad. "El cambio de uso de sanitario a educativo supone una adaptación a normativas de eficiencia energética y otros requisitos que dispararán los costes", comenta. Afirma que el precio estimado por los técnicos para hacer este tipo de reformas está en torno a los 1.500 euros por metro cuadrado. Teniendo en cuenta de que la Universidad de Oviedo quiere hacer su nuevo campus sobre los 46.380 metros cuadrados de superficie construida de los edificios de Silicosis, Maternidad y Consultas Externas, las cuentas arrojan 69,5 millones de euros de inversión.

Refuerzo estructural

Respecto a los planes del Principado de derribar a lo largo de este año el Hospital General y sus edificios anexos, Bances admite que los inmuebles auxiliares "no valen nada", por lo que ve bien su demolición. No obstante, lamenta que se desechase la recuperación del Antiguo Hospital General. "Es cierto que tenía un problema de esbeltez, pero a comienzos de siglo, tras el derrumbe del hospital Valdecilla en 1999 en Santander, se hizo un refuerzo integral de la estructura que, en mi humilde opinión, hace aprovechable el edificio", sostiene.

El técnico, que también fue presidente del Real Oviedo entre 2007 y 2010 y a sus 81 años sigue trabajando en el sector privado, se dice alineado con las tesis del Principado de que los derribos que afrontarán este año con una inversión de 4,3 millones de euros "serán muy complejos", si bien cree que, a pesar del profundo saqueo producido en los inmuebles "todavía hay muchos materiales de los que la adjudicataria puede obtener ingresos". Concretamente, apunta a la existencia de "vigas de acero de gran calidad", entre otros elementos valiosos.

Dámaso Bances dice ser partidario de recuperar el edificio de la antigua Residencia, para el cual a día de hoy no existen más planes de futuro que su vallado. "Sería ideal para acoger sedes judiciales, por ejemplo", propone. Asimismo, dice ver como "una oportunidad perdida" el cierre del Centro de Rehabilitación del viejo HUCA. "Tenía una piscina y unos gimnasios y recién reformados que estaban de lujo", rememora, subrayando que dicho equipamiento daba servicio diariamente a un millar de personas. "De haberse conservado, el barrio no habría caído tanto y muchos negocios seguirían abiertos", reflexiona, además de reivindicar que su conservación "habría evitado el desborde de los servicios de rehabilitación de muchos centros de salud".

Sin embargo, Bances tampoco se atreve a señalar a nadie por estos fallos de previsión. "Descarto que nadie actuase con intereses cuestionables, quizás no acertaron y punto", sostiene, medio resignado y cargado de buenos deseos para la que fue su casa y medio de vida durante casi medio siglo. "Ojalá hagan algo que revitalice el barrio", comenta el casi eterno subdirector de gestión, al que, pese a llevar más de una década jubilado, el abandono actual del viejo HUCA le sigue doliendo en el alma.

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