Continúan los actos vandálicos en el recinto del Cristo-Buenavista

El cierre perimetral de los edificios del viejo HUCA no impide los robos

Los ladrones rompen el vallado instalado alrededor de las construcciones que van a ser demolidas para entrar y continuar con el expolio de materiales

El vallado recién instalado en el viejo HUCA, roto tras acceder saqueadores al recinto.   | R. A.

El vallado recién instalado en el viejo HUCA, roto tras acceder saqueadores al recinto. | R. A.

Los expolios en el viejo HUCA no tienen límites. Los vándalos han roto el cierre perimetral instalado durante los últimos días por los operarios de la empresa Arboiris en los alrededores de los edificios que van a ser demolidos para continuar con el robo de materiales en el antiguo Hospital General . Así ocurrió ayer a mediodía, a pesar de que a lo largo de todo el vallado hay instalados carteles que prohiben el paso e informan de que existe riesgo de caídas a distinto nivel. También se ha pintado en el pavimento de la calle Emilio Rodríguez Vigil –en el lateral del parque del Truébano– unas marcas viales donde se prohibe el paso permitiéndose sólo el acceso al personal autorizado.

Sin embargo, los vándalos hacen caso omiso a todas estas restricciones y continúan accediendo al recinto sin importarles las nuevas restricciones. Una situación que preocupa al Alcalde, Alfredo Canteli, quien hace dos días acusó al Principado y al Estado de no haber ejercido las correspondientes "labores de control" y les instó a reforzar la seguridad "con la Policía Nacional o con seguridad privada" contratando a más agentes de los que ya hay. El contrato para vigilar los edificios propiedad de la administración regional está, en la actualidad, en manos de la empresa Auservi y los trabajadores no saben cuál va a ser su futuro. El acuerdo caduca cuando se pongan en marcha las demoliciones.

Pero, ¿cuándo comenzarán? La Consejería de Hacienda, en manos de Guillermo Peláez, continúa con la tramitación administrativa para iniciar a corto plazo el derribo del antiguo Hospital General, así como varios servicios anexos y otras a cambio de 4,3 millones de euros. La empresa que lo ejecutará es ya una vieja conocida en la capital asturiana; se trata de la barcelonesa Hercal Diggers, que ya acometió la primera fase de demoliciones de los elementos no protegidos de la Fábrica de Gas. A pesar de que ya hay una propuesta firme, el contrato aún no ha sido formalizado –está adjudicado– lo que impide su puesta en marcha

De forma paralela, la Universidad continúa con su proceso para reconvertir los también saqueados edificios de Maternidad, Silicosis y Consultas Externas para convertirlos en las facultades de Ciencias, Formación del Profesorado y Educación y la Escuela de Ingeniería Informática. Todo esto persigue la creación en el recinto del antiguo hospital de un campus que amplíe el del Cristo, para que, en los alrededores del Palacio de Justicia, en Llamaquique, quede libre espacio para unificar las ocho sedes judiciales repartidas por la ciudad.

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