Conjeturas sobre un sorprendente descubrimiento

Dos teorías sobre el origen del muro de la calle Gascona: cimientos o restos de una empalizada

La tapia a la que pertenecería el hallazgo, sobre la que teoriza el historiador del arte Lorenzo Arias, se retrató en 1925 y sería "posterior" a la Alta Edad Media

a la izquierda, vecinas de Oviedo, lavando en la fuente en el año 1925. A la derecha, La Foncalada, ayer, con los operarios al fondo, trabajando en las obras.

a la izquierda, vecinas de Oviedo, lavando en la fuente en el año 1925. A la derecha, La Foncalada, ayer, con los operarios al fondo, trabajando en las obras. / LNE

El descubrimiento arqueológico de la calle Gascona tiene hasta ahora en su ficha más interrogantes que certezas. Ello ha motivado a que los expertos se atrevan a lanzar las primeras teorías sobre el origen del muro, ya que la única información oficial de la Consejería de Cultura es que tiene "características altomedievales". Entre ellos, el historiador del arte y profesor de la Universidad de Oviedo Lorenzo Arias se atreve a realizar algunas pesquisas. Entre las ideas que baraja el académico figuran que el descubrimiento pertenezca a los cimientos de una edificación o sean restos de una cerca de utilidad desconocida. Para el final, deja la más interesante: que sea un fragmento de una empalizada que existió anexa a la fuente de Foncalada y que aparece en algunas instantáneas realizadas en el primer cuarto del siglo pasado.

Una de dichas imágenes, captada en 1925 y de la que habla el experto, acompaña a estas líneas. En ella se observa al monumento prerrománico, de frente. Desde su lado izquierdo nace un muro de piedra de extensión indeterminada y que se pierde el margen de la foto.

"Parece que podría hacer contacto, entroncar, con el que ha aparecido, ya que siguen trayectorias similares", afirma el historiador, que estuvo ligado en los años 80 y 90 al estudio del arte prerrománico asturiano. Su argumento tiene sentido, puesto que el descubrimiento arqueológico se ha realizado en la parte más baja de la calle Gascona, prácticamente en su intersección con la calle Foncalada, en la zona por la que podría discurrir esa empalizada.

En cuanto al muro de datación desconocida del que da fe la vieja fotografía, el experto lo describe como una construcción "sólida", que inequívocamente no es una construcción "contemporánea" y que podría ser de la Baja Edad Media. Arias menciona el dovelaje en piedra, el refuerzo para aguantar el peso, que presenta el arco que deja pasar al riachuelo, que desembocaba en el río San Pedro, en Pumarín, y añade que el descubrimiento actual tiene características similares a ese muro de contención.

Más allá de estas hipótesis, descarta que los restos, aparecidos la semana pasada, sean de un trozo de muralla debido a sus dimensiones, ya que "con 75 centímetros de espesor se derriba con nada"; también necesitaría tener mucha más altura. Para llegar a alguna conclusión, indica que hay que analizar el mortero, la mampostería y seguir el recorrido de la construcción, "para ver dónde termina". De momento, la datación oficial del muro será una incógnita hasta que el Principado, que se mantiene en silencio, libere nuevos datos.

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