Entrevista | Marco Pernas Actor, protagonista de "Valle salvaje"

"De repente me paran en la calle; mi vida cambió y hay que saber gestionarlo y adaptarse"

El intérprete y mago ovetense encuentra similitudes entre sus dos actividades artísticas

En ambas "uno trabaja con las emociones, las suyas y las del espectador, y con los focos de atención", afirma

Marco Pernas.

Marco Pernas.

Cada tarde, de lunes a viernes, en TVE el actor ovetense Marco Pernas Canga, de 32 años, encarna a uno de los protagonistas de la serie "Valle salvaje". Nació en Nava, pero a los 4 años se trasladó, con su familia, a Trubia, donde pasó su infancia y juventud, hasta que se marchó a Madrid para cumplir su sueño de ser actor.

-¿Cómo surge "Valle Salvaje"? ¿En qué momento llega?

-Mi representante se entera de que Eva Leira y Yolanda Serrano (directoras de casting) buscan actores para un nuevo proyecto. Mandé un vídeo y al día siguiente me llamaron para una prueba. Pasé tres procesos de casting y me cogieron para un personaje secundario de la serie, Atanasio, que con el paso de los episodios se ha convertido en principal. En el tercer ensayo me llamó el productor ejecutivo y me dijo que iba a ser protagonista. Solo faltaba una semana y media para el primer día de rodaje, que fue el 8 de abril.

-¿Cómo fueron los inicios?

-Un cúmulo de emociones. Pensé ‘Qué bien, un papel protagonista, una gran oportunidad’ pero después aparece un poco el síndrome del impostor y entran dudas sobre si vas a estar a la altura.

-¿Qué supone trabajar en una serie diaria con cinco episodios semanales?

-Salgo de casa a las seis de la mañana para ir al rodaje y vuelvo a las siete y media de la tarde. Y a esas horas se añade que tienes que estudiar los guiones de los siguientes días, con lo que sigues pensando en la serie al cien por cien. Tienes que intentar gestionarte para encontrar momentos para otras cosas porque si no emocionalmente, sobre todo, se puede hacer cuesta arriba.

-¿Qué le ha dado el personaje?

-Me ha hecho ver, primero, que soy más profesional, pero sobre todo pude conocer más la profesión desde dentro. Ver cómo se trabaja en todos los departamentos, con personas que son imprescindibles en un rodaje y cómo todo tiene que estar conectado, todo el mundo tiene que estar concentrado al 100% para que luego pueda salir adelante. La figura del actor o la actriz no es tan importante como parece, porque hay que iluminarle, y hacer que se oiga bien, que su peinado y maquillaje sea el adecuado… En "Valle salvaje" se reúne un elenco muy joven, con una preparación increíble. Aprendo muchísimo de ellos.

-Notará en la calle que aparece todos los días en TVE.

-Es un cambio muy grande. Voy por la calle y de repente me paran personas que no conozco para darme la enhorabuena o a hablar conmigo de la serie. De repente ves que tu trabajo está llegando a la gente y tienes un reconocimiento. Lo agradezco. Mi vida ha cambiado y hay que saber gestionarlo y adaptarse. Y, además, ahora la serie además de en TVE está también en Netflix.

-Y también le pedirán que desvele qué va a pasar en los próximos capítulos de la serie.

-Sí , claro, y no puedo y aunque pudiera no quiero. Si sabes el final puedes verlo, pero no es lo mismo. Y esa pregunta viene mucho por parte de mis familiares, pero nada, tampoco les cuento nada.

-Además de actor es mago, fundador de "La chistera producciones" junto a Álvaro Molero, y llegó a aparecer en el programa de Got Talent. ¿Qué le sirve de la magia para la interpretación y viceversa?

-Se parecen más de lo que parece. Al hacer magia tienes que estar en el escenario, delante del público y tienes que ir siempre por delante, saber cuando te conviene que el público tenga una emoción determinada. En la magia se trabaja mucho los focos de atención. Decides cuando quieres que el público se ría y el momento en el que deje de hacerlo y empiece a sorprenderse. Eso se trabaja mucho en magia y es increíblemente valioso para la interpretación. Al final, un actor trabaja con las emociones, no solo las suyas, también las del espectador. Y la técnica actoral también ayuda en la magia y puede ser la diferencia entre que un juego esté bien o que brille.

-¿Ha aparcado la magia en estos momentos?

-He dejado de actuar por falta de tiempo, pero sigo trabajando en la productora. Estamos programando nueva gira a nivel nacional con espectáculos familiares y para adultos y actividades educativas en colegios.

-¿Está Asturias entre las paradas de la gira?

-Estamos en contacto con varios colegios. Me llenaría de orgullo ir a Asturias con espectáculos educativos. La forma de educar a través de arte me parece de las mejores.

-¿Tiene algún proyecto más?

-Ahora estoy centrado al 100% en la serie y en "La chistera producciones".

-¿Cuándo se dio cuenta que lo suyo era la interpretación?

-Desde pequeño. Cuando iba al colegio veía películas, que sacaba de la biblioteca de Trubia, y series de televisión con mis padres. Después, representaba todos los papeles. Pero cuando realmente fui consciente de que quería ser actor fue en el instituto. Cuando estaba allí tuve una etapa en la que no sabía a qué dedicarme. Mis notas no eran, entonces, buenas. Tenía 16 años y encontré en internet un curso de interpretación que se impartía en Gijón. Me apunté. Me impactó y me encantó. Conchi, que impartía el taller, valoró mi trabajo. Y a partir de ahí ya tuve más claro lo que quería hacer, la dirección que quería tomar. Y las notas empezaron a subir.

-El camino le llevaba a Madrid.

-Cuando acabé el Bachillerato decido estudiar en la Real Escuela Superior de Arte Dramático (Resad). Pero no podía pagar un alquiler en Madrid y me pasé dos años trabajando en Asturias, casi de sol a sol, en dos restaurantes a la vez y también para una ONG captando socios en la calle. También preparaba las pruebas. Tuve la suerte de que me cogieron. Nos presentamos en aquel curso 455 aspirantes y pasamos 14. Ahí fue cuando me empecé a sentir actor de verdad.

-¿Era cómo lo había imaginado?

-Vi todas las dificultades de esta profesión, que no es simplemente aprenderte un texto de memoria y salir en la tele, que es lo que piensa mucha gente. Hay que trabajar varias cosas como la técnica corporal. Tenía el objetivo muy claro. A veces pienso, ‘¿Qué hubiera pasado si no paso esas pruebas?’ Porque lo aposté todo a ello y no tenía un plan B. Cuando llegué a la Resad me di cuenta de lo duro que es.

-Y surgen proyectos.

-Sí. Tuve la suerte de conocer, cuando estaba en cuarto curso, a Jorge Torres, actor y director. Le pedí consejo para afrontar un personaje en un proyecto que tenía en la escuela. Jorge Torres es el ejemplo de lo que tiene que ser un actor en esta profesión, alguien generoso, que trabaja para los demás. Y me ofreció hacer figuración en la zarzuela, donde trabajaba como ayudante de dirección de Juan Carlos Plaza. Y he trabajado con ellos en varios proyectos. Estuve en el Festival de Mérida haciendo "Prometeo" y de gira por España, que acabó en el Teatro español de Madrid, con "El sueño de la razón".

-¿Tuvo la oportunidad de trabajar en Asturias?

-Sí. En Avilés, con mi compañía de magia, y con Desenfocado Producciones. Y grabé un videoclip y un anuncio para la Navidad hace dos años. Me hizo mucha ilusión hacer estos proyectos en Asturias. Trabajar en la tierrina es un orgullo.

-¿Cómo ve el sector cinematográfico y de las artes escénicas en Asturias?

-Hay pocas oportunidades para sacar adelante ese talento, aunque se está avanzando. Están surgiendo productoras muy buenas, pero me gustaría que quienes se quieren dedicar al teatro y al cine tengan más posibilidades de poder trabajar en Asturias.

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