Juegos para que los niños vean que no es magia, sino ciencia

Explicar los principios científicos de una forma práctica y divertida fue el objetivo de un taller a cargo de seis profesoras de la Facultad de Ciencias destinado a difundir la investigación entre los más pequeños

La ciencia llega a las aulas de los más pequeños con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

Sara Bernardo

Sara Bernardo

Sara Bernardo

Oviedo

Cristina González, profesora e investigadora de la Universidad de Oviedo, pone un puñado de granos de arroz sobre una pandereta y esta, a su vez, sobre un altavoz. Cuando empieza a sonar la música, los granos comienzan a brincar. Ojiplática observa el proceso Tamara Hervás, de cuatro años. Ella todavía no lo sabe, pero lo que está viendo se llama fenómeno de resonancia.

Así, con experimentos simples, seis profesoras de la Facultad de Ciencias de Oviedo, organizaron un taller para explicarles a los más pequeños cómo la física está presente en nuestro día a día, una actividad enmarcada en el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, este martes 11 de febrero. "Es la primera vez que se hace algo así, pensada en trasladarle a los niños algo que suele parecer complejo", contó Mari Paz Fernández, profesora de la Universidad de Oviedo.

Lo hizo mientras con una mano amasaba una bola de plastilina azul y con la otra aplastaba un pedazo de plastilina roja. Los trozos se los da a Gonzalo López y a Víctor González, ambos de siete años. "Probad a meterlos en este cuento de agua", señala la profesora. Los niños se ríen al ver que uno se hunde mientras que el otro flota. "Es el mismo material", les explicó Fernández, "pero tienen distinta forma". Los dos compañeros de colegio volvieron a reír y con la lección aprendida fueron a explicársela a sus padres, que les esperaban en la puerta del aula.

Por la izquierda Mari Paz Fernández, María González, Aitana Tarazaga, Maida Domat, Ana Pérez y Cristina González, profesoras e investigadoras de la Universidad de Oviedo, en la Facultad de Ciencias.

Por la izquierda Mari Paz Fernández, María González, Aitana Tarazaga, Maida Domat, Ana Pérez y Cristina González, profesoras e investigadoras de la Universidad de Oviedo, en la Facultad de Ciencias.

"La verdad es que el taller ha sido todo un éxito", dijo Ángeles Cerdeira, vicedecana de la Universidad. "Dentro de la semana de la Mujer y la Niña en la Ciencia, queríamos organizar algo que fuese atractivo para los más pequeños", comentó Cerdeira. "Son casi juegos, cosas simples, pero con un componente de física", apostilló..

Una cola de 30 niños enfilaba las escaleras de la facultad. Todos ellos con edades comprendidas entre cuatro y diez años. La mayoría no sabían lo que se iban a encontrar. Manuela Varela, de siete años, y Sofía López (que hoy cumple ocho), se acercaron a la investigadora Aitana Tarazaga, quien les propuso pintar un círculo cromático. Cuando acabaron con los rotuladores clavaron el papel en una rueda que comenzó a girar a tal velocidad que lo que era arcoíris se convirtió en blanco. "El blanco" –explicó Tarazaga– "es la unión de todos los colores, por eso al girar la rueda se juntan y desaparecen", concluyó, con las dos niñas boquiabiertas. Al otro lado de la mesa, Nico Guariño, también de siete años, escuchaba a la investigadora María González, con los ojos puestos en un scalextric lleno de rampas. El niño probó a mover el coche con sus manos, pero el aparato no cogió velocidad. En cambio, al presionar el botón, el coche fue capaz de subir la pendiente sin caerse. "Este dispositivo es una carga que le da potencia al coche para ascender. Con esa carga es como se convierte la energía cinética en potencial", razonó González. Actividades cotidianas para entender que no es magia, sino ciencia.

Tracking Pixel Contents