Los cuidados del principal pulmón verde del centro de la ciudad

El Campo pasa por la "peluquería"

Operarios municipales inician una poda en los grandes árboles del parque que se realiza cada lustro para aligerar carga a sus troncos y "cuidar su salud"

La elevadora instalada ayer en la calle Santa Susana para realizar la poda.  | LNE

La elevadora instalada ayer en la calle Santa Susana para realizar la poda. | LNE

Oviedo

"Es como cuando nosotros vamos al peluquero, pero en el caso de los árboles lo hacen cada cinco o seis años". De esta manera tan ilustrativa explicó ayer el concejal de Servicios Básicos, José Ramón Pando, el inicio de unos trabajos de poda en varios de los ejemplares más altos y antiguos del Campo San Francisco. Las labores, acometidas por el personal de la contrata de Parques y Jardines, corresponden a un mantenimiento que los expertos recomiendan hacer de lustro en lustro para aligerar la carga de los árboles, para mejorar la salud de sus troncos.

Los trabajos comenzaron la mañana de este lunes en la parte alta del "central park" carbayón. La actuación obligó a cortar parcialmente el carril de la calle Santa Susana, más próxima a la mancha verde. Los operarios utilizaron una elevadora para ascender hasta la parte más alta de cuatro ejemplares y recortarles las ramas más pesadas con el fin de aliviar la densidad de la copa y "cuidar de su salud".

La previsión es continuar los trabajos entre esta y la próxima semana por las calles que rodean el Campo. "Los técnicos aseguran que estos trabajos deben de realizarse ahora en febrero, aprovechando que es cuando menos hoja tienen los árboles", explicó el concejal al que Alfredo Canteli encomendó desde el inicio del presente mandato la puesta de los cinco sentidos para mantener el parque en perfecto estado de revista.

Los técnicos eligen este mes para el corte de las ramas porque la ausencia de hojas facilita su labor

El cuidado de los árboles del Campo ha centrado buena parte de la preocupación del personal de Parques y Jardines en los últimos años. El Ayuntamiento anunció el pasado abril, tras la alarma generada por el desplome de un plátano y tres tilos de grandes dimensiones en cuestión de meses, que decidió elaborar un plan de prevención frente a este tipo de episodios que, por suerte, hasta la fecha no han causado ningún daño personal.

Talas y anclajes

El paquete de medidas elaborado por la concejalía dirigida por Pando, del que no forma parte la poda iniciada ayer por el servicio, se basó en un exhaustivo estudio realizado hace justo un año. En el mismo se marcaban como objetivos cinco talas, podas selectivas y la colocación de anclajes en ramas sobre alguno de la treintena de árboles más dañados.

La contrata encargó a la empresa Urban Forestry un intenso estudio dirigido por el biólogo Luis Alberto Díaz y el arborista Jesús Puerta, que finalmente se realizó entre el 5 y el 7 de enero del año pasado. El documento concluyó que entre los más de 900 árboles, de los que unos 300 –un tercio– son centenarios, los expertos centran su atención en tres decenas de ejemplares enfermos o incluso muertos. "El porcentaje de árboles dañados es muy bajo, pero eso no impide que vayamos a intensificar la vigilancia", indicaron entonces fuentes municipales.

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