La reconversión de una arteria en un bulevar

El traslado de los aparcamientos inicia el rediseño de la avenida de Galicia en Oviedo

El carril derecho de la calle Carlos López Otín es transformado en una zona de estacionamiento en batería y el lunes arrancarán las obras del colector

Las nuevas plazas de aparcamiento de la calle Carlos López Otín.    | DAVID CABO

Las nuevas plazas de aparcamiento de la calle Carlos López Otín. | DAVID CABO

Oviedo

La conversión de la avenida de Galicia en un bulevar ha comenzado. Los operarios de la empresa Arposa 60 han transformado el carril derecho de la calle Carlos López Otín –antigua Comandante Caballero– en una zona de estacionamiento en batería. La mayor parte de las plazas son de zona azul y el área se ha dividido en dos tramos: uno, hasta antes del paso de cebra ubicado enfrente del juzgado de guardia y otro, hasta el final de la calle, donde se ha dejado espacio para que aparquen las personas con movilidad reducida.

De esta forma, la concejalía de Infraestructuras, liderada por Nacho Cuesta, suplirá el área para vehículos que se suprimirá de la avenida de Galicia. No se perderá ninguna de las plazas. El objetivo final es la reurbanización de esta arteria de la ciudad haciendo las aceras más anchas, restando espacio para los coches, creando una medianera con árboles y la instalación de nuevas farolas. Unos trabajos que supondrán una inversión de 988.137,67 euros y un plazo de ejecución de seis meses.

Entre las primeras tareas que se está ejecutando es la realización de las calicatas; es decir, las inspecciones sobre el terreno. Además, el grueso de las obras arrancará el lunes con el colector de la calle Asturias. Esta fase obligará a desmontar las terrazas de los establecimientos de hostelería y el Ayuntamiento quiere que los perjuicios sean los menos posibles. Por eso, el plan es ejecutar las obras por tramos al igual que se ha hecho en la peatonalización del eje de Mendizábal. De esta forma, se verían primero afectados los establecimientos de una parte de la calle y luego el resto.

Uno de los objetivos de esta inversión es que desaparezca el "efecto túnel" que cubre algunas partes de la avenida de Galicia. Los toldos hosteleros se extienden desde la fachada hasta las mesas y sillas. Tras la obra, las terrazas estarán más alejadas de la entrada de los establecimientos, ganando zona de paso. Además, las estructuras no serán cerradas, sino que estarán abiertas por los laterales y tendrán toldos. El plazo para la reconversión ha empezado.

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