Muere el doctor Faustino Pozo, pionero en Asturias de la cirugía no invasiva: "Un referente"

El cirujano sumó a su empeño en la innovación y formación médica el compromiso con la cooperación internacional en el Sahara y Cuba

Faustino Pozo, en una foto de 2011.

Faustino Pozo, en una foto de 2011. / NACHO OREJAS

Oviedo

La medicina asturiana pierde a uno de sus pioneros, Faustino Pozo Fidalgo, de 73 años, que fue el precursor de la cirugía no invasiva y, especialmente, de la intervención mediante laparoscopia. El cirujano desarrolló una dilatada trayectoria profesional en la sanidad asturiana y sumó a su apuesta por la formación continuada, para avanzar en la aplicación de nuevas técnicas quirúrgicas, con su compromiso con la cooperación médica, colaborando en diversas iniciativas en el Sahara y en Cuba. Precisamente cuando estaba en una de ellas, en el campamento saharaui de Rabuni, sufrió un infarto, en febrero de 2007. Además, fue miembro de la junta directiva del Colegio de Médicos de Asturias.

Faustino Pozo deja una honda huella en la sanidad de Asturias. "Es una pérdida muy lamentable", comentan sus colegas. Se trata , sin ninguna duda, de una figura de la medicina asturiana, un gran trabajador que supo sobreponerse a las limitaciones de manera ejemplar", detalla Alejandro Braña, el traumatólogo y expresidente del Colegio de Médicos de Asturias que compartió junta directiva hace algo más de una década con Pozo, quien atesoró decenas de publicaciones científicas, además de ser miembro de número de la Real Academia de Medicina del Principado de Asturias.

Faustino Pozo, cuya capilla ardiente está en la sala 10 del tanatorio de Los Arenales, donde mañana martes tendrá lugar su despedida a las 18.00 horas, se enamoró de la medicina de niño, como él mismo contó a LA NUEVA ESPAÑA en 2007, cuando vivía en Brañuelas (León) y veía trabajar a los dos doctores de su pueblo. Aquel niño leonés, con los años, se convirtió en estudiante de una de las primeras promociones de Medina y Cirugía de la Universidad de Oviedo (la de 1970-76) y ya ligó su vida profesional y personal a Asturias.

"Era un ejemplo de médico en todo el sentido de la palabra. Tuvo una gran sensibilidad con la colegiación médica formando parte de las juntas directivas del Colegio y con el ejercicio de la profesión", destacaba Braña. Al poco de terminar sus estudios, trabajó como médico interno en el Hospital General de Asturias, donde hizo la residencia del MIR, pero luego también ejerció como médico cirujano en el Hospital Valle del Nalón y formó parte del equipo de Cirugía General que dirigía el especialista García-Morán en el Hospital General de Asturias, con el que completó su especialización en cirugía general y del aparato digestivo, en los años ochenta del siglo XX. Su siguiente singladura profesional fue en el Hospital de Cabueñes (Gijón), donde llegó a ser jefe del servicio de cirugía general y del aparato digestivo. Tras cuatro años, retornó al Hospital General, para después asumir la jefatura de esta especialidad en el Álvarez-Buylla (Mieres) en 2001, un puesto en el que estuvo hasta su jubilación.

Uno de los mayores legados que deja Faustino Pozo tras esta dilatada carrera profesional es el de haber sido el precursor en Asturias de la cirugía no invasiva, hace ahora casi tres décadas . "Fue el pionero de la laparoscopia en la sanidad asturiana. Tuvo la visión del avance que suponía para los pacientes esa cirugía y a través del doctor García-Morán consiguió ir a Francia, a Burdeos, a conocer la técnica con la que trabajaba el doctor Richard Gastón", explica José Carlos Fernández, tesorero del Colegio de Médicos de Asturias y jefe del servicio de cirugía general y del aparato digestivo del Hospital de Cabueñes, que señala asimismo "la inquietud" de Pozo en la formación continuada. "Seguía con mucho interés la evolución de nuestra especialidad", comenta Fernández. Esa apuesta por la innovación, que suponía operar mediante el uso de una pequeña cámara de televisión "sin tener que hacer tantas incisiones", le convirtió en "un referente de la cirugía en Asturias y en España", a juicio de Luis Antuña, presidente del Colegio de Médicos de Asturias, destacó su estrecha vinculación con causas humanitarias.

"Cooperante comprometido"

La pasión de Faustino Pozo por la medicina le llevó a participar en proyectos de cooperación internacional en el Sahara y Cuba, bien realizando operaciones quirúrgicas o llevando material sanitario. En uno de ellos, en Rabuni, en el desierto de Argelia, el cirujano sufrió una angina de pecho tras realizar ocho intervenciones en un proyecto de cooperación del Ayuntamiento de Oviedo, en febrero de 2007, en el que participaban varios sanitarios asturianos más, entre ellos uno de sus cuatro hijos, Sergio, también médico, que le acompañó en el avión medicalizado en el que tuvo que ser trasladado a Asturias. Además, Pozo donó material y maquinaria para cirugía endoscópica al hospital cubano de Santa Clara, una iniciativa en la que también se implicó el médico ovetense José Manuel Abascal.

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