El afortunado acuerdo pictórico entre Miguel Galano y Juan Carlos Lázaro

El tapiego y el extremeño "emparejan" su obra en "Luces encontradas II", que Caicoya Galería, en Oviedo, inaugurará el día 27

El afortunado acuerdo pictórico entre Miguel Galano y Juan Carlos Lázaro

El afortunado acuerdo pictórico entre Miguel Galano y Juan Carlos Lázaro

Elena Fernández-Pello

Elena Fernández-Pello

Oviedo

"Juan Carlos Lázaro y yo somos muy diferentes: él es un pintor de amarillos, muy luminoso; yo estoy en otro tono más gris". Miguel Galano (Tapia de Casariego, 1956) habla así de su encuentro pictórico con Juan Carlos Lázaro (Fregenal de la Sierra, Badajoz; 1962). Repara primero en lo que los diferencia y luego se detiene en lo que tienen en común: "Las similitudes son muchísimas, porque compartimos una forma de entender y sentir la pintura".

El afortunado acuerdo pictórico entre Miguel Galano y Juan Carlos Lázaro

«Vela», de Miguel Galano. / .

"Luces encontradas II" es el resultado de esa visión compartida de lo que debe ser el arte. "Miguel y yo tenemos una manera similar de entender la pintura, aunque la de él es la luz norteña y la mía la sureña", insiste Lázaro. La exposición se inaugurará en Caicoya Galería, en Oviedo, el jueves, 27 de marzo, a las 19.30 horas. En ella los dos artistas "emparejan" sus obras, no todas, pero sí la mayoría.

"Antes de conocernos coincidimos en algunas colectivas, una de ellas se titulaba ‘La mirada silenciosa’. Nos dimos cuenta de que los dos pintábamos las mismas cosas: un muro, unos árboles, curiosamente cementerios, y por parte de la naturaleza muerta, panes, libros, cráneos", refiere Galano. El año pasado, en Bilbao, los dos artistas presentaron por primera vez su obra conjuntamente. Ahora lo hacen en Oviedo. En aquella primera exposición, "Luces encontradas", presentaron paisajes y naturalezas muertas. Ahora solo estarán a la vista las naturalezas muertas, colgadas de las paredes de la galería ovetense pintadas de gris para la ocasión. "Estamos encantados con esos espacios íntimos, recogidos. Los cuadros diría que están muy a gusto, son obras de muy pequeño formato, y que no fueron pintadas para la exposición, salvo alguna rara excepción", comenta Galano.

Lo que él y Juan Carlos Lázaro comparten es una visión del arte, como algo "puramente sensitivo", en palabras del extremeño. "Asistimos en el arte contemporáneo a una constante, una narrativa que cuando no es una problemática social o política, es el feminismo, o los flujos migratorios; no nos interesa eso. Esa narrativa puede distraer. El arte no tiene nada que ver con comprender", argumenta Galano. La suya, la de ambos, es "la pintura silenciosa, que no cuenta", "no hay nada que comprender; el cuadro es un misterio, el arte es un misterio". Se trata, añade Lázaro, de que "el contenido sea dicho y expresado por la propia plástica de la obra".

Para Miguel Galano este es su regreso a las salas de exposiciones ovetenses, donde no se presentaba de forma individual –aunque está sea una exposición compartida está concebida como una individual, explicaa– desde el cierre de Vértice. Para Juan Carlos Lázaro es su presentación en Oviedo.

Tracking Pixel Contents