Aguacero de devoción en Oviedo para una procesión del Cautivo sin reo indultado

La lluvia volvió a hacer acto de presencia, por segundo año consecutivo, en la procesión del Cautivo, aunque no motivó en este caso la suspensión ni arredró a la multitud que siguió a las imágenes durante todo el recorrido. Sí provocó que, en ciertas zonas del trayecto, que se inició y finalizó en la Basílica de San Juan el Real y recorrió el centro de Oviedo, el paso se aligerase, como al abandonar la calle Uría para dirigirse hacia San Francisco y llegar hasta la Audiencia Provincial. No hubo en la plaza Porlier el tradicional indulto a un reo, solicitado cada año por la Hermandad del Jesús Cautivo que, en esta ocasión, no recibió el visto bueno del Consejo de Ministros para ninguno de los dos reclusos del Centro Penitenciario de Asturias propuestos.

La capucha blanca destinada a cubrir el rostro del preso y la medalla que se iba a colocar sobre su cuello fueron depositados a los pies de la imagen de Jesús Cautivo, que "tampoco fue indultado por la justicia de los hombres", dijo la hermana mayor de la cofradía, Cristina Alonso. Se hizo, explicó, "como ofrenda hecha oración por cuantos sufren cualquier tipo de cautiverio o privación". Trasladó las súplicas de "todos los presos, especialmente de los internos del Centro Penitenciario de Asturias y de todos aquellos cristianos que en tantos lugares sufren persecución, cárcel y muerte por su fe". En la ceremonia celebrada ante el edificio de la Audiencia Provincial participaron también el vicario general de la diócesis, Adolfo Mariño, y el vicario de la parroquia de San Juan, Abelardo Bazó.

La procesión retornó desde ese punto, siguiendo el recorrido previsto, pero llegó antes de lo previsto a la Basílica, a las diez y media de la noche. Desde el entronque de Uría con San Francisco la lluvia no cesó, lo que avivó el paso. Seguida por multitud de personas, tanto el paso del Cautivo como el trono de palio de La Merced se detuvieron ante el Convento de las Siervas de Jesús para que las hermanas depositasen dos ramos de claveles. El Coro del Centro Asturiano interpretó dos temas.

El recorrido había sufrido una variación, incluyendo la calle San Francisco, donde la Hermandad de los Estudiantes depositó un ramo de flores en el paso de La Merced. En la procesión pusieron la música la banda municipal y la banda de gaitas "Ciudad de Oviedo". Los tres pasos fueron escoltados por la Armada, la Policía Nacional y la Guardia Civil en una marcha en la participaron también hermanos de dos cofradías de León y Avilés y en la que la imagen del Cautivo estrenó una nueva corona de espinas, que sustituía a la que portó durante los últimos quince años .

La procesión del Santo Entierro tiene previsto salir este Viernes Santo a las 18.00 horas de la parroquia de San Isidoro el Real con las imágenes del Santo Cristo Yacente, la Soledad "Señora de Oviedo" y el Ecce Homo, así como varias novedades. La cofradía conmemora este año el XXX Aniversario de su refundación y para celebrarlo estrenará dos nuevos estandartes en los pasos del Yacente y la Dolorosa. Además, la Banda de la Unión Musical del Principado estrenará la "Marcha Antón", tradicional de Teverga y "Marcha procesional de Brañes" de Xuacu Amieva, arregladas para la ocasión.

La procesión de la Soledad, organizada por la cofradía del Santo Entierro, con salida a las 10.00 horas de este Sábado Santo de San Isidoro el Real, tendrá este año un recuerdo para Manuel Suárez Peñalosa, sacerdote fallecido en febrero que, en su día, donó a la imagen de Nuestra Señora de la Soledad. La misma portará para la ocasión portará la medalla Cruz Fidelitas que le fuera otorgada al religioso por el Arzobispo Castrense. Asimismo, también portará la medalla otorgada por los bomberos, sus escoltas de honor, además del emblema de la Policía Local de Oviedo. Se prevé que la procesión dure 150 minutos.

La cofradía de la Resurrección, la más joven de Oviedo, con sede en la parroquia de Teatinos, protagoniza su segunda Vigilia de la Resurrección en la madrugada del sábado al domingo. Los cofrades acompañarán a la talla del Resucitado dese la media noche desde la sede parroquial hasta la Corrada del Obispo, atravesado la calle Bermúdez de Castro, la plaza de las Palomas, Amparo Pedregal, el bulevar de Santullano, Marcelino Fernández y Martínez Vigil. La previsión es que el traslado se alargue hasta bien entrada la madrugada.

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