Lluvia de devoción para el Resucitado en Oviedo: "levantá" a golpe arzobispal y costaleros de rodillas

Dos horas y media después de que el paso de Jesús Resucitado saliese de la Catedral por la puerta de la limosna en dirección a la Corrada del Obispo retornó a su punto de partida aunque no estaba en los planes iniciales. La lluvia, que estuvo presente en gran parte de las procesiones que recorrieron las calles de Oviedo, hizo presencia de nuevo en la última programada y obligó a la Hermandad y Cofradía de Nazarenos de la Sagrada Resurrección de nuestro Señor Jesucristo, María Santísima de la Aurora y Virgen de Covadonga, La Resurrección, a cambiar el recorrido, recortándolo. Las primeras gotas cayeron cuando la imagen, trasladada por veinte costaleros, llegó a la plaza de Riego.

Y en vez de seguir por Mendizábal la procesión se dirigió hacia la plaza de la Catedral y la Corrada del Obispo para resguardarse. La lluvia no impidió que hiciese su recorrido por el Oviedo Antiguo, pero sí que cubriese el trayecto de bajada hacia la parroquia de Nuestra Señora de Covadonga, en Bermúdez de Castro. Allí será trasladado, pero ya no en procesión, en los próximos días. Pasada la una y cuarto de la tarde comenzaba la procesión de la Resurrección, a cargo de la cofradía más joven de la Semana Santa ovetense, fundada en 2023.

El Arzobispo, Jesús Sanz Montes, y el deán de la Catedral, Benito Gallego, junto al presidente de la Junta de Hermandades y Cofradías de Oviedo, Carlos González, salieron antes de la imagen. Con ellos, el hermano mayor de la cofradía de La Resurrección, Graciano Maújo, y representación de las otras seis hermandades. De rodillas, los costaleros sacaron el paso de Cristo Resucitado hasta la plaza ante el aplauso de los numerosos fieles congregados. Tras la talla, el párroco de Nuestra Señora de Covadonga, José Ramón Castañón "Pochi", y la Agrupación Musical San Salvador. Un toque del Arzobispo Sanz Montes sirvió para una "levantá" del paso muy aplaudida por los asistentes.

Ante la Catedral esperaban más de setenta integrantes de coros ovetenses que forman parte de Fecora (Federación de Coros de Asturias), dirigidos por Ángel Albarracín, que interpretaron, ante la imagen de Jesús Resucitado, "Signore delle cime", "Resucitó" y "Benedicat Vobis". La procesión continuó su marcha hasta la capilla de La Balesquida, donde realizó otra parada. Unos metros más adelante, tras recorrer las calles Rúa y Cimadevilla la procesión llegó al arco de la Casa Consistorial.

En ese punto, fue necesario quitar las potencias, tres rayos de luz que se colocan en la cabeza de las imágenes de Jesucristo y que la talla ovetense incorporó este año gracias a la labor de la imaginera gaditana Ana Rey. De rodillas, los costaleros hicieron posible que el paso llegase a la plaza de la Constitución.

Con las campanas de la iglesia de San Isidoro el Real repicando, la imagen de Jesús Resucitado fue trasladada hasta la puerta del templo, de donde salieron y llegaron las dos últimas procesiones. El recorrido se reanudó por la calle Jesús hacia Pozos, la plaza de Riego y Ramón y Cajal. Con la lluvia cayendo, los costaleros aligeraron el paso para volver a la Catedral. El día anterior las precipitaciones ya habían suspendido el traslado en procesión de la talla desde la parroquia de Nuestra Señora de Covadonga y ayer recortaron el recorrido.

Valoración positiva

El presidente de la Junta de Hermandades y Cofradías, Carlos González, hizo una valoración positiva de la Semana Santa ya que las "perspectivas meteorológicas eran muy negativas" y al final todas las procesiones salieron aunque algunas tuvieron que acortar los trayectos o prescindir de actos. "Estamos contentos. Se vio mucha gente en las calles", dijo y añadió que "se intentará llegar a la gente joven para que se incorporen y lleven los pasos". En unos días las cofradías se reunirán para realizar un análisis en profundidad.