Las joyas de los órganos parroquiales del centro de Oviedo, al descubierto

El catedrático de Musicología Ramón Sobrino Sánchez dirige un paseo por cuatro de los instrumentos más preciados ubicados en iglesias del centro

En la imagen superior, el organista Pelayo Alonso actúa ante el público en la iglesia de Santa María la Real de la Corte. A la izquierda,  Ramón Sobrino Sánchez, en las Pelayas.  | LUISMA MURIAS

En la imagen superior, el organista Pelayo Alonso actúa ante el público en la iglesia de Santa María la Real de la Corte. A la izquierda, Ramón Sobrino Sánchez, en las Pelayas. | LUISMA MURIAS

R. agudín

Oviedo

Cuenta el catedrático de Musicología Ramón Sobrino Sánchez que el órgano de la iglesia de Santa María la Real de la Corte es considerado el mejor de Asturias. "Es el único barroco que hay Oviedo y es uno de los mejores conservados de la región". Así lo explicó durante el paseo que dirigió por los órganos de Vetusta, en el seno del III Festival Universitario MusicUO, y que tuvo lugar en la tarde de ayer con cuatro paradas. La primera fue en este templo que comparte medianeras con el claustro y edificio del monasterio de San Vicente –actual sede del museo Arqueológico–y con el monasterio de benedictinas de San Pelayo. En su primer piso tiene espacio para el coro y alrededor de ochenta personas escucharon ayer todas las explicaciones. "No contábamos con este exitazo", detalló la vicerrectora de Extensión Universitaria y Proyección Cultural, Pilar García Cuetos.

El órgano se encuentra en el lado de la epístola, en el primer piso de la iglesia cuyo párroco es José Ramón Garcés y se cree que su origen es de 1705, pero "no hay documentación que lo atestigüe". Sólo existen los relatos orales. "Este instrumento tiene una gran belleza con una fachada con dos partes y en la de abajo está el teclado. Arriba, hay tres torres semicirculares con los tubos", explicó. Su estado de conservación no siempre ha sido el óptimo. El importante deterioro provocó que fuese restaurado a finales de la década de los ochenta. Volvió a sonar deleitando a los fieles durante las misas y a lo largo de los conciertos que allí se celebran, pero unas obras en el techo lo inutilizaron en 2003. La parte más alta del templo estaba siendo arreglada cuando se produjo una fuerte tormenta y sufrió una gran inundación. El agua arrasó con todo y no fue hasta 2010 cuando volvió a sonar con toda su fuerza.

Unas explicaciones a las que le sucedió el sonido puesto por Pelayo Alonso, su organista, y de Ramón Sobrino Cortizo. "Este instrumento –explicó el primero– es de corte ibérico. En España tenemos un patrimonio musical riquísimo y esta ciudad hace mucho por preservarlos". Un esfuerzo, subrayó Sobrino, que hace la iglesia y quien dirigió a los asistentes a la siguiente parada: la iglesia de San Tirso el Real. Su estilo es neobarroco o neoclásico. Otra de las paradas fue en el monasterio de Las Pelayas donde el órgano tiene elementos románticos y en la basílica de San Juan. A pesar de este gran patrimonio, Oviedo tiene un gran órgano sin uso debido a sus grandes problemas. "Es el de la Catedral". Se encuentra en fase de recuperación, unas labores que se prevén sumamente costosas.

El paseo tuvo un nutrido público, entre quienes se encontraba el presidente de la Fundación Ópera de Oviedo, Juan Carlos Rodríguez-Ovejero; el doctor en Musicología y colaborador de LA NUEVA ESPAÑA, Jonathan Mallada; la presidenta de la Fundación Musical Ciudad de Oviedo, Pilar Rubiera; y la asesora municipal María José Suárez, entre otros.

La próxima cita

El próximo paseo será el miércoles. Para los que tengan intriga en este fascinante mundo, Sobrino hace una recomendación: el libro "El órgano en el Principado de Asturias", realizado por la organista Susana García Lastra, la musicóloga María Sanhuesa Fonseca y el historiador de arte Enrique Campuzano Ruiz. Todo de la mano de la Fundación Cardín.

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