Horizonte sinfónico de la OSPA como homenaje al avilesino Julián Orbón en el centenario de su nacimiento

La Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias afrontó anoche su duodécima cita de abono de la temporada con las garantías que ofrecen el "Cuarteto Quiroga" –colaborador artístico de la agrupación asturiana– y Nuno Coelho, el titular de la misma. Todos ellos exhibieron su mejor versión para llevar a buen puerto un concierto que cuenta con la colaboración de LA NUEVA ESPAÑA y que se presentó bajó el titulo "Abriendo horizontes". Con un repertorio de obras poco conocidas, no logró rendir por completo al público, que dejó en el Auditorio ovetense una asistencia algo pobre.

Abría la velada "Blind Contours n° 2" una pieza de la compoistora Raquel García-Tomás cuya concepción bebe de las artes plásticas. La amplia plantilla de la OSPA evidenció el inquietante carácter de la obra que exige de una percusión precisa y donde el juego con las texturas también resulta fundamental.

Antes de la pausa, el "Cuarteto Quiroga" –formado por Aitor Hevia y Cibrán Sierra (violines), Josep Puchades (viola) y Helena Poggio (violonchelo)– se puso en liza para interpretar el "Concerto Grosso" de Julián Orbón, compositor avilesino del que se conmemora el centenario de su nacimiento. El virtuosismo de los cuatro músicos y la musicalidad que desplegaron en cada intervención –ante una OSPA que se dedicó a dialogar y arropar a los solistas– culminó una brillante ejecución. A modo de propina, para culminar su participación en el concierto, el cuarteto regaló el "Tiento número 5" de Rodolfo Halffter.

Tras la pausa, la formación asturiana ofreció la "Sinfonía número 2" de Charles Ives, una obra que contiene innumerables referencias folclóricas y populares donde la OSPA se mostró muy sólida y bien ensamblada.

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