Un nuevo carril bici pasará por delante de San Julián de los Prados y de la fábrica de la Vega en la entrada a Oviedo

La margen derecha a la altura de La Vega dará cabida a una acera para peatones, y la izquierda, a una senda para ciclistas

Un policía realiza un control de velocidad al lado del tramo ciclista y peatonal del margen derecho del Bulevar.

Un policía realiza un control de velocidad al lado del tramo ciclista y peatonal del margen derecho del Bulevar. / Irma Collín

Oviedo

A la reurbanización del bulevar de Santullano, le queda una pata por ejecutarse: el tramo entre la reformada glorieta de la Cruz Roja hasta la recién inaugurada rotonda de Santullano. Las obras están ligadas al futuro de la fábrica de armas de La Vega. La intención es desviar la carretera para que pase por el interior del conjunto para proteger a la iglesia prerrománica de San Julián de los Prados; unos planes que van para largo. El Ayuntamiento se encuentra redactando el plan especial y no quiere que esta parte se quede sin el carril bici y las aceras que gozan desde hace meses el resto de espacios que componen el Bulevar de Santullano, por donde pasean cada día decenas de vecinos.

En ello lleva semanas trabajando la concejalía de Infraestructuras, liderada por Nacho Cuesta, que ha encargado un proyecto para unir ambas glorietas para peatones y ciclistas. El objetivo es convertir la margen izquierda –por delante de la iglesia prerrománica de San Julián de los Prados– en un carril bici y la derecha –frente a La Vega–, en una acera. Ambos lados ocuparán un espacio de 4,4 metros dejando 14 metros para los cuatro carriles. Se conservará la mediana.

Todos estos planes han de ser aprobados previamente por la consejería de Patrimonio al ser esta una zona de especial protección por el Prerrománico. La documentación ya ha sido enviada al Principado y el Ayuntamiento advierte de que esta será una solución provisional. Hasta que se ejecute el nuevo vial por el interior de la fábrica de armas. El coste de este carril bici y la acera asciende a 190.325 euros. La parte más costosa será la pavimentación (70.000 euros) seguida de los trabajos de señalización, balizamiento y defensas (36.479) y los trabajos previos (4.721). El resto, se lo llevan otras labores y los impuestos.

De esta forma, el Bulevar de Santullano pasará a tener 4,5 kilómetros ciclables –2,25 de ida y otros tantos de vuelta– desde la glorieta de la Cruz Roja hasta el "arpa" de Santullano. Será la zona ciclista más larga de la ciudad y se espera que meses se ejecute la senda que unirá La Corredoria con Cerdeño.

La Zona de Bajas Emisiones, los nuevos carriles bici y el servicio de alquiler de doscientos patinetes, a los que se sumarán cien bicicletas, forman parte de los objetivos que tiene en mente el equipo de gobierno para fomentar la movilidad sostenible. "Seguimos apostando por ella con hechos y ya se dibuja un nuevo trazado integral de carriles ciclables en la nueva entrada a Oviedo", según explica el segundo teniente de alcalde. Unas palabras a las que añade que tiene en mente un objetivo más ambicioso que es "conseguir la integración de todo el norte y este de la ciudad a través de un carril bici así como la conexión con el del municipio vecino de Siero". 

No es lo único. También tiene previsto la creación de 800 metros de zonas ciclistas en el entorno de la calle Otero y las vías Fernando Alonso y Melchor García Sampedro. En los alrededores de la Ronda Sur. La previsión es costear esta nueva infraestructura con los fondos Feder del periodo 2021-27 y crear un gran tramo ciclabe uniéndolo a los casi nueve kilómetros que tiene la senda verde hasta llegar a Fuso de la Reina. En total, diez kilómetros para ciclistas. 

También se prevé que este trazado tenga continuidad con otros planes de movilidad sostenible que se harán en el centro de la ciudad y se proyectará la ampliación de la acera de la calle San Mateo donde se encuentra la escuela infantil María Balbín, las torres de Otero y que llega hasta Melchor García Sampedro, según fuentes municipales. 

Todo ello se diseña mientras ha comenzado la cuenta atrás para cerrar el plazo de presentación de sugerencias y aportaciones sobre la futura implantación de la Zona de Bajas Emisiones. Los interesados pueden entregar sus ideas hasta el martes, a través registro municipal. Después, el gobierno local decidirá qué ideas se incluyen en el nuevo texto normativo, que limitará la entrada de coches contaminantes al centro de la ciudad y que deberá pasará por la junta de gobierno para someterse a un proceso de información pública como paso previo a su aprobación inicial y definitiva por el Pleno.

Restricciones

La administración local destinará 9,9 millones de euros a desplegar una sofisticada red de dispositivos para vigilar el cumplimiento de las restricciones de acceso para los vehículos más contaminantes. De ese dinero, Bruselas aportará 7,3 millones. Cuando los trabajos, iniciados ya hace semanas, concluyan, la ciudad tendrá dos zonas diferenciadas. Una abarcará el Antiguo, la Escandalera y el Campo San Francisco, conformando un área de limitaciones más rigurosas. La otra zona, un anillo más exterior que abarca el perímetro de denominado "entre rondas", delimitará una superficie rodeada de calles "con buena capacidad para soportar y distribuir el tráfico" que incluye toda el área delimitada por la Ronda Sur, General Elorza, avenida de Santander, Hermanos Pidal y Muñoz Degraín.

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