La factura que delató a los padres de la "casa de los horrores" de Oviedo: compresas, loción, perfilador de ojos...

La última compra realizada por el padre de los tres niños de entre ocho y diez años que estuvieron encerrados en un chalé de Fitoria, en Oviedo, desde diciembre de 2021 les sirvió a los investigadores de la Policía Local para confirmar sus sospechas: en la "casa de los horrores" vivía alguien más que aquel alemán esquivo y desconfiado que sólo se asomaba a la puerta de la vivienda para recoger los pedidos online. Tras varios días de vigilancia, después de comprobar con sus propios ojos como los repartidores le llevaban cajas demasiado grandes para el consumo de una sola persona, los policías se hicieron con esa última factura del supermercado y comprobaron que en la lista había algunos productos que suelen usar las mujeres. Subrayaron tres: loción reparadora, perfilador de ojos y compresas.

"Pasan el día juntos y no se arriman a nadie": la vida en prisión de los padres de la "casa de los horrores" de Oviedo

Los agentes del cuerpo municipal ya habían iniciado la vigilancia a raíz de la denuncia de una vecina, que alertó de la posible presencia de niños en el interior del chalé y denunció que el hombre, un alemán de 53 años que era el único que se dejaba ver, no estaba solo en la casa de Fitoria a pesar de que en el domicilio no había más que una persona empadronada. El pedido del supermercado que acabó por delatar al matrimonio que tenía encerrados a sus hijos, a cuya factura ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA, llegó al chalé el día 22 de abril, seis días antes de que la pareja fuese detenida. Como venía siendo habitual al menos una vez por semana, el repartidor llegó a la casa y el padre de familia lo recibió para llevarlo al interior sin saber que estaba siendo vigilado por la policía.

En la caja que llegó ese día había, entre otros productos, paquetes de espaguetis, cóctel de galletas saladas, mayonesa light, batidos de chocolate, nachos, hamburguesas, aceitunas, bebidas isotónicas o patatas fritas onduladas. Como buenos alemanes –la mujer, que tiene 48 años, es estadounidense y también tiene la nacionalidad germana– en el pedido del matrimonio no faltaba el chucrut con vino, una comida tradicional que se utiliza como guarnición o como plato principal en el país en el que la familia estuvo viviendo hasta diciembre del año 2021, momento en el que se trasladó a la zona rural de Oviedo.

En la lista de la última compra que pidieron los padres de los niños también figuran diversos productos de limpieza, algo que resulta paradójico teniendo en cuenta el atestado de los agentes que entraron por primera vez en el domicilio, donde se refleja que el chalé estaba lleno de suciedad y que los pequeños vivían en un ambiente "insalubre".

La detención

Tras haber recibido el visto bueno por parte de la Fiscalía de Menores, los agentes prepararon la operación para liberar a los niños. A las once de la mañana del 28 de abril, poco antes del apagón que oscureció a toda España, una comitiva se desplazó hasta la casa. Acudieron siete miembros de la Policía Local –el inspector jefe operativo, un subinspector de la Policía Judicial del cuerpo, otros tres agentes de la unidad y dos más uniformados de apoyo- personal de los Servicios Sociales del Principado, una traductora de alemán, todos ellos coordinados por la letrada del menor del Principado de Asturias.

Al acceder al interior de la vivienda vieron por primera vez a la mujer y a los tres menores, que llevaban puestas tres mascarillas una encima de la otra. La madre les repetía constantemente a los agentes que los niños tenían varias patologías, pero se ha comprobado que no era cierto. n

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