La leyenda oviedista Peter Dubovsky tendrá un paseo junto al Tartiere

Peter Dubovsky, una de las leyendas más queridas del oviedismo, el "diez" del Real Oviedo de mediados de los noventa del siglo pasado, tendrá un paseo con su nombre en las inmediaciones del Carlos Tartiere, un campo en el que nunca pudo jugar, inaugurado tres meses después de su dolorosa muerte. Dubovsky falleció el 23 de junio de 2000 tras sufrir un terrible accidente cuando visitaba las cataratas de una turística isla tailandesa. Tenía sólo 28 años y su ausencia supuso un duro golpe para el club asturiano, que llegó a retirar durante un tiempo su dorsal a modo de homenaje.

El paseo dedicado al jugador eslovaco une la plaza de Italia, en el parque del Oeste, con las calles Isidro Lángara y Antonio Sánchez Valdés "Antón", otros dos ilustres futbolistas del Real Oviedo. "Este concejal, en representación de todo el equipo de Gobierno, encabezado por nuestro alcalde, desea sumarse al merecido homenaje a Peter Dubovsky, ese futbolista tan querido por la afición del Real Oviedo, tristemente fallecido, que llevó durante los mejores años de su carrera los colores de la camiseta del Real Oviedo por numerosos lugares de España y fuera de nuestro país contribuyendo al engrandecimiento de nuestra ciudad", refleja el escrito oficial que firma el edil Mario Arias y que quedó aprobado en Junta de Gobierno. La solicitud para otorgarle el paseo a Dubovsky también llega por parte del Embajador de Eslovaquia en España, Juraj Tomaga.

Peter Dubovsky se formó en el ya desaparecido FK Vinohrady Bratislava. En el año 1989 dio el salto al fútbol profesional e inició su carrera en otro club de su ciudad natal, el Slovan de Bratislava, donde consiguió proclamarse campeón de liga en 1992. Desde joven, Peter Dubovsky destacó como una de las perlas del fútbol eslovaco. De hecho, con tan sólo 19 años debutó con la selección absoluta de Checoslovaquia y dos años más tarde, con 21, fue elegido mejor futbolista eslovaco del año.

Ídolo azul

Ese brillante inicio de carrera le llevó a que los grandes clubes europeos pusiesen los ojos en él. En el año 1993 fichó por el Real Madrid, que lo incorporó a su plantilla como una gran promesa de futuro. Con el club blanco conquistó la Liga en la temporada 1994-1995, aunque él sólo estuvo en la alineación en cinco partidos. Tras ser descartado por el Madrid, ese mismo verano, recaló en el Real Oviedo, donde defendió la camiseta azul durante cinco temporadas y donde vivió sus mejores años como profesional hasta su muerte. Con el conjunto azul jugó 120 partidos en Primera División y anotó un total de 17 goles. n

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