Camilo de Blas, Premio Nacional de Comercio

La distinción reconoce la labor de cinco generaciones de la conocida familia confitera

Juan José de Blas y Paloma de Blas, ayer, en su confitería de la calle Jovellanos.  | MARIO CANTELI

Juan José de Blas y Paloma de Blas, ayer, en su confitería de la calle Jovellanos. | MARIO CANTELI

Oviedo

Emocionada, orgullosa y destacando que este es un reconocimiento a las "cinco generaciones" que han regentado este negocio. Así se mostró ayer Paloma de Blas después de que el Ministerio de Comercio haya nombrado a Camilo de Blas "Premio Nacional de Comercio" en la modalidad de pequeño comercio de 2024. Una distinción que a nivel local sólo ostentaba hasta ahora la sombrerería Albiñana, tras el reconocimiento que este también histórico negocio ovetense obtuvo hace una década.

Es un galardón "redondo" en muchos sentidos, según cuenta Paloma de Blas, porque entrega se celebrará el 10 de junio en el hotel de la Reconquista. Es decir, todo se quedará en Oviedo. Y será el colofón a un año que no olvidará la confitería, con 149 años de historia y asentada en las calles de Jovellanos y Santa Susana, en Oviedo, y en la gijonesa Covadonga.

La historia de esta confitería nació lejos de la capital asturiana. Fue de la mano de Camilo de Blas, quien en 1876 montó una tienda en León con su propio nombre. Su actividad principal era la venta de dulces, así como de productos de delicatessen y gourmet. Su hijo Miguel continuó el negocio con éxito, pero su fallecimiento supuso la desaparición de ese primer comercio. No obstante, Camilo de Blas abrió en febrero de 1914 una tienda a su hijo José en la céntrica calle Jovellanos de Oviedo. El establecimiento se mantiene intacto, pasando de generación en generación.

Es Paloma de Blas quien lleva en la actualidad las riendas del negocio bajo la supervisión de su padre, Juan José de Blas, y ambos celebraron a lo grande el año pasado el centenario del pastel "Carbayón", una de sus recetas señeras. Dos hitos más en 2024: la confitería volvió a la Feria Internacional de Muestras de Asturias de Gijón y presentó un libro con sobre la historia de un comercio que ha servido dulces a muchas generaciones de clientes.

Sus sabores conquistan tanto a abuelos como a nietos y a numerosos turistas que en sus visitas al Oviedo Antiguo hacen una parada en su establecimiento. "Este reconocimiento es un cierre de oro al año 2024; hemos llegado hasta aquí gracias al trabajo de nuestra familia, al maravilloso equipo que se vuelca con nosotros y a nuestros clientes", comentó ayer Paloma de Blas. Agradecida se mostró con todos y, en particular, con el Ayuntamiento y con la Unión de Comerciantes, porque fueron ellos quienes les propusieron presentarse a este concurso a finales del año pasado. "Nos hace una ilusión enorme recoger este galardón en nuestra casa, en Oviedo", concluyó.

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