La Guardia Civil investigó al padre de la "casa de los horrores" de Oviedo en febrero
Puerta defiende la actuación de sus guardias: "Se realizó un informe y no había pruebas"

La "casa de los horrores" de Oviedo / LNE
La Guardia Civil de Oviedo investigó al padre de familia de la "casa de los horrores" dos meses antes de que saltase a la luz que sus tres hijos, de entre ocho y diez años, llevaban encerrados en el chalé de Fitoria desde diciembre de 2021. Fuentes del cuerpo aseguran que se consultaron bases de datos internacionales y que los investigadores llegaron a ponerse en contacto con la policía alemana y con los servicios sociales del país germano para recabar información sobre el hombre, pero que no constaba "ningún tipo de antecedente" y que no encontraron motivos para actuar antes de que fuese detenido por la Policía Local de Oviedo.
El motivo que llevó a la Benemérita a iniciar la investigación fue la información de un vecino, que se acercó al cuartel del Rubín en el mes de diciembre para hablarles del "extraño comportamiento" del alemán. Les dijo que nunca hablaba con nadie y que sólo se relacionaba con los repartidores que iban a la casa para llevarle los pedidos del supermercado. También les contó que le parecía que en el chalé podía haber niños porque los había escuchado hablar el verano pasado y también en el mes de diciembre. Además, una empleada del hogar de la zona también le había dicho que los había visto con sus propios ojos.
Ese mismo día, una patrulla se pasó por la casa de Fitoria y el padre de familia salió a recibirles a la puerta de la finca. Desde el primer momento les reconoció que vivía con su esposa y con sus tres hijos, pero a su vez se la coló. "Les dijo a los guardias que los niños estaban escolarizados, que iban a un centro de Oviedo y que acudían a clase en transporte público. Les dijo que en ese momento los niños no estaban en casa porque estaban en el colegio", señalan las mismas fuentes. Los guardias civiles lo dejaron correr. "No vieron indicios de que estuviese ocurriendo nada delictivo en la casa y mucho menos pensaron que los niños estaban encerrados. Es fácil hablar a toro pasado, pero en ese momento no tenían argumentos para actuar, no les infundió sospechas", añaden las fuentes consultadas. "Eso sí, la investigación no se dejó, se quedó en ‘stand by’ a la espera de que pudiese llegarnos algún indicio más".
Servicios sociales
El máximo responsable de la Guardia Civil en Asturias, el capitán Francisco Javier Puerta, defendió ayer la actuación del cuerpo en el caso de los niños de Fitoria. "Recibimos una información de un vecino al igual que se reciben otras muchas y todas se comprueban. El mismo día se inician las primeras investigaciones, de las que sale un informe que no aportaba pruebas", explica. "Aún así lo pasamos a la Policía Judicial, que durante dos meses siguió investigando. De esa investigación se concluyó que en esa vivienda no había ninguna actividad ilegal y se quedó en suspenso a la falta de más informaciones que la pudiesen reactivar", señala Puerta. "Esa información la recibió la Policía Local a través de los Servicios Sociales y es cuando actúan", añade el capitán.
Puerta tiene claro que no hubo falta de coordinación entre los dos cuerpos y que "es el Ayuntamiento el que realmente tenía que actuar porque, realmente, que haya unos menores en situación extraña es competencia de los servicios sociales".
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