Entrevista | Nacho Prada Cantante del grupo "El Nido"

"Da igual una jota, un ligero o una pandereta, el público lleva la música tradicional en la sangre y conecta con ella"

El cantante del grupo burgalés "El Nido" presenta su nuevo concierto en Asturias, este sábado en Tribeca Live, en Oviedo

Nacho Prada, cantante de "El Nido".

Nacho Prada, cantante de "El Nido".

Chus Neira

Chus Neira

Desde Burgos, el grupo “El Nido” se ha convertido en los últimos años en una de las nuevas referencias de la escena neofolk que está recuperando en todo el país la música tradicional para acercarla al gran público joven. Este sábado 24 de mayo regresan a Oviedo. Estarán presentando su  su segundo disco, “La Constancia”, en la sala Tribeca Live de Oviedo (20.00 horas, 10 / 13 euros) y les acompañarán algunos amigos de la tierra, como el dúo “L-R” o el grupo “Xeitu”. El cantante de “El Nido”, Nacho Prada, avanza lo que se les podrá escuchar este fin de semana en el escenario. 

-¿Qué trae a “El Nido” a Oviedo, con qué se va a encontrar el público?

-Es el concierto de presentación de nuestro nuevo disco, “La Constancia”. Lo sacamos hace dos meses y de momento nos ha llevado por buena parte de la geografía española, por salas y teatros de todo el país. Es un disco que bebe de la música de raíz, de la tradición de nuestra tierra, de Castilla, con composiciones originales. Y este sábado en Oviedo esperamos que sea una celebración, una fiesta popular.

-¿Cómo llevan al directo toda esa sonoridad tradicional, tan festiva?

-Partimos de la sonoridad acústica y no tenemos tantos ecos de electrónica. Tocamos instrumentos acústicos y tradicionales, en algunos casos procesados, pero siempre está tocado por nosotros, no hay nada sampleado. Por eso es muy natural llevarlo al directo, es sincero, es lo que hacemos y tocamos. A veces jugamos con muchos pedales para llevar las voces y los instrumentos a otros lugares y en este disco hemos dado un paso más allá, para jugar más con el sonido. Pero la esencia es la música de raíz, las músicas populares. Y esa música tiene un punto de sinceridad que conecta muy rápidamente con la gente.

-Es curioso cómo las músicas populares reconectan con un público que había abrazado otra música que procedía de otra tradición popular, anglosajona o de raíz afroamericana.

-Es emocionante. Al final estás trabajando con lo popular, aunque la radiofórmula haya cambiado lo que era popular. A veces luchas contra ello o te sumas, y por otra parte notas que el público lleva dentro esa esencia popular. En realidad estamos conectados con esa tradición, lo llevamos en la sangre. Nosotros lo vemos en Castilla. Y esa conexión se produce enseguida en directo. Da igual un ritmo de jota o de ligero o una pandereta. Son sonoridades que te retrotraen a algo que está dentro de nosotros. Afortunadamente, ahora hay una escena tan potente en este revival de resignificación de las músicas tradicionales que ayuda mucho a que no se vea esto de forma peyorativa, como algo propio de otra generación. Y ya sea una jota o una copla, todas estas formas de folclore nos tocan, tienen el poder comunitario de la celebración.

-Habla de esa escena nacional en la que destaca nuestro paisano Rodrigo Cuevas, con el que “El Nido” firmó la colaboración “Tucucu”, hace 8 meses. ¿Lo veremos el sábado en el concierto?

-Rodrigo Cuevas es un orgullo para nosotros y para toda Asturias. Ojalá pueda estar, pero eso son cosas que se cuecen en el último momento. Cuando estuvimos en octubre en La Salvaje acabábamos de lanzar la colaboración y se pudo pasar. El sábado todo puede pasar, no descartamos nada, pero sí estarán otras figuras muy poderosas de la escena asturiana, como el grupo Xeitu, y como “L-R”. Esas dos colaboraciones sí las puede confirmar y son un motivo de alegría para el grupo.

-Lo tradicional también es compartir con otras tradiciones.

-Claro, y es lo que nos gusta. La mejor forma de celebrar la música tradicional es compartirla. Con los dulzaineros de una bodega, por ejemplo. Todo lo que sea acercar ese tipo de festividad al escenario es bonito. Hacer comunidad, hacer escena, con grupos que lo llevan más a un lado o a otro. Esa es la magia.

-La recuperación de la música tradicional ha venido más por la periferia. El centro, Castilla, parece que pena con el “pecado” de haber sido la visión hegemónica tradicional impuesta al resto. ¿Son conscientes de este contexto? ¿Cómo lidian con esta paradoja?

-Nosotros lo entendemos, y hay una parte de razón pero también hay muchos relatos metidos en la cabeza. Precisamente hay una canción nueva, que dice “somos castellanos”, en la que cantamos que Castilla no es el centro, ni el trigo ni el manzano. Hay relatos diferentes en los que los castellanos no nos sentimos en el centro, sino en otro lugar, que está culturalmente en la periferia aunque no sea la lingüística. Hay un relato castellanista que podemos llamar de izquierdas, el de Villalar, los Comuneros, en el que la periferia se ve reflejada. Así que Castilla no es Madrid. Somos gente de provincias que sufrimos el éxodo cultural y no somos igual de valorados que otras bandas. En eso no somos tan diferentes de los asturianos.

-Doblemente marginados ahora: la España vacía y la España, supuestamente, sin singularidad identitaria

-Somos un cementerio energético, el campo para las renovables. Todos tenemos problemas, pero desde luego no somos un pueblo que oprime.

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