Un homenaje merecido por derecho: "Admiro vuestro empeño", dice el decano

El Colegio de Abogados de Oviedo acoge el acto de entrega de medallas a los letrados con 25 y 40 años de carrera

Los letrados que recibieron ayer la medalla, con la actual junta directiva del Colegio de Abogados de Oviedo.       | LNE

Los letrados que recibieron ayer la medalla, con la actual junta directiva del Colegio de Abogados de Oviedo. | LNE

Oviedo

Los letrados adscritos al Colegio de Abogados de Oviedo celebraron ayer San Ivo, su patrón, homenajeando a los compañeros que se han ganado por derecho el respeto de todo el gremio. La sede de la calle Schultz acogió por la mañana el acto de entrega de distinciones a los colegiados que llevan 25 y 40 años ejerciendo, que recibieron respectivamente las medallas de plata y de oro. A mediodía, los abogados celebraron una comida de confraternización en un conocido restaurante.

El decano del colegio, Antonio González-Busto, centro su discurso dirigido a los homenajeados en la figura de San Ivo , ese "abogado y no ladrón" al que pronto se le atribuyó la "fama de milagrero" y fue muy admirado por sus coetáneos. "Cuentan que un día un pobre le pidió limosna a San Ivo y que, como no tenía nada para darle, le entregó su sombrero. Como San Ivo se descubrió ante el pobre, mostrándole su respeto, yo me descubro ante quienes habéis llegado a cumplir veinticinco y cuarenta años de ejercicio profesional y os muestro el mío", dijo González-Busto. "Públicamente digo que os admiro por lo que vuestro empeño tiene de constancia, de capacidad de adaptación, de compromiso con vuestra profesión e incluso de voluntad de supervivencia", añadió.

El encargado de hablar en nombre de los 35 abogados que recibieron la medalla de plata, esos que se colegiaron en el 2000, "el año en el que, a pesar de los pronósticos de los agoreros, los sistemas informáticos no se colapsaron" con el cambio de siglo, fue Alfonso Paredes. "El abogado sabe mejor que nadie que, a veces, la vida es dura, muy dura. Sabe que la traición existe, que las mentiras acechan y que los juzgados no son precisamente el escenario de un capítulo de ‘La casa de la pradera’. Pero una cosa es conocer de cerca la dureza de la vida y otra bien distinta es rendirse ante ella", dijo. "Puede que el abogado haya verificado como se las gasta el crimen, pero no por eso tiene que haber perdido en el ser humano. Salvo que la amargura le haya infectado el alma, el abogado conserva la fe en los demás", añadió. "La abogacía es el noble y áspero oficio de pedir justicia. Los letrados han de defender los pleitos como propios y sentirlos como ajenos", concluyó.

Los veteranos

A Balbina Álvarez le tocó representar a los 21 abogados que recibieron la medalla de oro por sus 40 años de carrera. Álvarez, que a sus 83 años todavía sigue trabajando, les contó a los presentes cómo empezó a estudiar la carrera con 37 años, hizo un repaso por su trayectoria y se lanzó con algunas anécdotas que arrancaron las carcajadas de los presentes. "Una vez, al finalizar un pleito, el cliente debió quedar encantado y, como sabía que mis padres tenían una pequeña ganadería me regaló una vaca. Debe ser uno de los regalos más originales que le hicieron a una abogada", explicó. También se ganó los aplausos al cerrar su discurso, cuando se refirió a la jubilación en su gremio. "Es triste que después de tantos años en un trabajo de lucha, como es el de todos los de los autónomos, no tengamos una pensión digna", concluyó.

Al acto de ayer en el Colegio de Abogados acudieron, entre otros, Jesús Chamorro, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA); Gabriel Bernal, fiscal jefe de Asturias en funciones; Jorge Punset, el decano de los jueces; Benigno Villarejo, decano del Colegio de Abogados de Gijón o los jefes de las fuerzas de seguridad que operan en Oviedo.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents