Elena Rodríguez, especialista en paleografía: "Oviedo utilizó hasta muy tarde la escritura visigótica"

El Libro de los Testamentos es "la joya del Scriptorium de la ciudad, sin duda", defiende en el RIDEA la catedrática y especialista en codicología

La catedrática experta en codicología, Elena Rodríguez, junto a Ramón Rodríguez, director del RIDEA, antes del inicio de la conferencia.   | IRMA COLLÍN

La catedrática experta en codicología, Elena Rodríguez, junto a Ramón Rodríguez, director del RIDEA, antes del inicio de la conferencia. | IRMA COLLÍN

Oviedo

El scriptorium de Oviedo mantuvo una factura "muy tradicional·" en sus libros en los siglos XIV y XV, un periodo en el que no apostó por las técnicas de vanguardia que ya se implantaban por entonces en otras partes de la Península Ibérica. Es una de las conclusiones que expuso este miércoles la catedrática Elena Rodríguez Díaz, especialista en codicología y paleografía en su conferencia, la segunda del ciclo sobre la cultura del libro en Oviedo entre la Edad Media y la Ilustración, promovido por el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA).

Cuando en el resto de la Península, "casi nadie utilizaba la escritura visigótica, porque ya se había sustituido por una procedente de Francia, a la que llamamos carolina, los libros de Oviedo eran más tradicionales. Aquí se utilizó hasta muy tarde la escritura visigótica, al igual que en Galicia, Portugal o por los mozárabes toledanos, que eran un grupo minoritario dentro de la ciudad de Toledo", detalló la catedrática. La etapa analizada por Elena Rodríguez, catedrática de Ciencias y Técnicas Historiográficas y miembro de número de la Real Academia de la Historia, fue la comprendida entre los siglos XII y XV. "Hay dos etapas muy diferenciadas en Oviedo. Fue más rico, más variado y más relevante en todos los sentidos el primero periodo, los XII y XIII, y mucho más pobre el de los siglos XIV y XV".

Avances en la investigación

La experta en codicología comentó que en esta etapa, los siglos XIV y XV, se hicieron "muy pocos" libros de estudio, de contenido histórico, literario o jurídicos "que sí sabemos que se confeccionaron en otras etapas de la historia de Oviedo". Esa "devaluación" en la temática también alcanzó a la factura técnica de dicha época. Los motivos, a juicio de la catedrática Elena Rodríguez Díaz, pueden ser variados: "Quizás el scriptorium dejó de funcionar, porque el comercio del libro había cambiado y había más actividad en la ciudad de artesanos laicos especializados, y únicamente funcionó para copiar libros de contenido administrativo".

La conferencia en el RIDEA sirvió para poner de manifiesto los grandes avances que ha dado la investigación en codicología en las últimas décadas. "Desde que yo estudié el Libro de los Testamentos, en los años 1993, 1994 y 1995, ahora sabemos muchas más cosas", señaló Elena Rodríguez, quien no dudó en calificar esa obra como "la joya del Scriptorium de Oviedo, sin ninguna duda, con diferencia".

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