Fallece el erudito local Ernesto Conde

Chus Neira

Chus Neira

Oviedo

Oviedo perdió ayer a su gran especialista, erudito mayúsculo de todo lo relacionado con esta ciudad, cronista oficioso, colaborador de LA NUEVA ESPAÑA e historiador de vocación y oficio, pese a que no fue esa su actividad profesional. Emilio Campos Iglesias falleció este viernes en su ciudad y con él desaparece también Ernesto Conde, el heterónimo con el que escribió cientos de páginas alimentadas por miles de horas de buceo en los archivos locales y regionales que examinó con dedicación monacal. Ernesto Conde formó parte de la comisión de expertos designada por el Ayuntamiento para adaptar el callejero ovetense a la ley de Memoria Histórica. Vecino de Puerto, donde hoy al mediodía se celebrará su funeral y recibirá sepultura, Emilio Campos fue colega de esa generación de grandes periodistas asturianos que desarrollaron su labor a partir de la década de los 60. Su trayectoria profesional lo llevó, no obstante, a Hidroeléctrica del Cantábrico, donde se jubiló ya hace años.

Su otra trayectoria, desvinculada de su peripecia personal (muy celoso de su privacidad), la desarrolló bajo el nombre de Ernesto Conde, y ese disfraz a medias le permitió protagonizar sonadas polémicas sobre asuntos variados de la historia local en los que él se metía defendiendo con vehemencia y datos ganados a las horas de trabajo su versión de la historia. Nadie conocía como Ernesto Conde los orígenes del Desarme, no se le podía rebatir que el Martes de Campo era, en realidad, el Martes "del" Campo San Francisco. El cerco a Oviedo, la Guerra Civil en estas calles también estaban entre sus especialidades. O el Fontán. O cualquier cuestión ovetense. Ovetense era y nada de Oviedo le era ajeno.

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