El fuego atiza la hoguera de San Juan en Oviedo después de las celebraciones por el ascenso

Las fiestas no cesan en la capital asturiana. Tras un intenso fin de semana celebrando el ascenso del Real Oviedo a Primera división, ayer se festejó la noche más corta: la de San Juan con su hoguera de altura. Un momento para pedir deseos. Entre los objetos que ardieron en la plaza de Porlier a partir de la medianoche había libros, apuntes y peticiones. Diego Ordiz pensó en sus estudios: "Que me vaya bien en quinto de Primaria y saque buenas notas". También se acordó de su familia: "Que tenga salud", comentó ante la presencia de su padre, Rubén Ordiz. Ambos prometieron volver el año que viene y comprobar si los deseos se han cumplido. 

Alicia Muñoz escribió su deseo en un papel en casa. Del contenido de su petición no comentó nada a nadie. Lo apuntó en una hoja y la dobló como un avión. Emprendió junto a su madre, Ainoa Sánchez, el camino hasta el casco histórico y tiró la petición al fuego purificador para que ardiese.. No desveló su secreto hasta que estuviese a buen recaudo: "Quiero un perro", era su petición. 

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El encendido del fuego fue puntual, a las doce, en la plaza de Porlier, que se llenó, El Coru de Muyeres de San Esteban animó a bailar la danza prima. En definitiva, fue una noche de lo más animada. El ambiente lo calentó la orquesta Grupo Límite con su actuación en la plaza de la Catedral, que se prolongó hasta la madrugada. 

La tradición alrededor de la hoguera comenzó por la tarde con el enramado de las fuentes. Hasta la estatua de "La Regenta" lució una hortensia mientras esperaba una de las noches más especiales del año. Las hermanas Olivia y Vera Lorenzana fueron dos de las animosas participantes en los talleres organizados por asociación Mazcaritos d’Uvieu.

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