La millonaria rehabilitación de 120 pisos comienza por Guillén Lafuerza

El proyecto de regeneración de veinticuatro portales, que suman 120 viviendas, entre los barrios de Guillén Lafuerza y Ventanielles, ya ha arrancado por dos edificios de la primera zona. El 3 de junio comenzó la instalación del andamio en el número 14 de la calle Los Claveles y el 12 empezaron las mismas labores en el inmueble 13 de esta misma calle. Unas tareas dependientes de la concejalía de Gestión Urbanística, liderada por Nacho Cuesta, que cuenta con una inversión europea de 4,3 millones de euros y las acometerá la empresa Esfer. Los trabajos han de estar finalizados el 30 de junio de 2026.

Esta inversión se dividirá por fases. A la primera se destinarán 3,25 millones para intervenir en veinte portales del Rancho –los números 11, 13, 15 y 17 de la calle Rosales; y del 5 al 29 de la vía Los Claveles– y cuatro de Ventanielles –los números 3, 4, 43 y 5 de Río Sella–. Esta millonaria cantidad englobará el 80% de la actuación; el 20% restante lo aportarán las arcas municipales. La segunda se centrará en las calles Río Sella –los portales 35, 37, 39, 45, 47, 49, 62, 64, 68, 70, 74, 76, 78, 80– Río Eo –6, 8, 10, 12, 14–, Río Esva –9, 11, 13, 15– y Río Narcea, –31-33, 35, 37, 39, 41, 43, 45, 47, 49, 51–.

La Unión Europea establece dos criterios para esta otorgar esta ayuda. Una es cumplir el plazo de ejecución, y el otro, es que las obras garanticen una reducción de, al menos, el 30% del consumo de energía primaria no renovable. Es por ello que se actuará en la envolvente de cada uno de los edificios implicados. Es decir, en la fachada, la cubierta, el forjado sanitario y las carpinterías exteriores de las viviendas. Las estimaciones del Ayuntamiento son que en el mejor de los casos se alcance el 60% de ahorro energético y estos trabajos permitirán retirar las placas de amianto existentes.

De esta forma, el Ayuntamiento continuará las inversiones en dos barrios que se crearon hace siete décadas para acoger a obreros provenientes de la zona rural que se trasladaban a la ciudad para trabajar. Para la época, los materiales utilizados eran de gran calidad, pero el paso del tiempo ha hecho mella. La humedad es uno de los muchos problemas que tienen. Además, a lo largo de este tiempo, no han sufrido grandes mejoras. Sus inquilinos son ovetenses con recursos limitados sin que su economía dé para acometer grandes obras.

Durante los últimos años, las mejoras se han centrado en los alrededores del bulevar de Santullano con la reforma de la glorieta de la Cruz Roja, la construcción de la rotonda de Santullano y la reurbanización del margen derecho –con el arpa– y la reforma del Palacio de los Deportes.

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