Desembarco internacional de talento en Oviedo: Estos son los países desde lo que no paran de llegar emprendedores al gran centro "coworking" de la capital

El equipamiento municipal atrajo a 183 autónomos más en 2024 y se quedó pequeño varios días de abril y noviembre por la elevada demanda

Vista general del Talud de La Ería, con todos los puestos llenos. | LNE

Vista general del Talud de La Ería, con todos los puestos llenos. | LNE

La Ería

Andrew Scho llegó a Asturias hace año y medio escapando de las bombas de la invasión rusa de su país, Ucrania. Experto en la gestión de inversiones bursátiles, a sus 42 años ha encontrado en el Talud de la Ería un rincón ideal desde el que desarrollar su labor profesional. "En mi actividad es muy importante tener un ambiente tranquilo a mi alrededor y eso es lo que me ofrece este lugar", indica uno de los 44 autónomos extranjeros que desde 2024 llegaron al local municipal de "coworking" situado junto al Carlos Tartiere, por el que desde su inauguración en 2013 han dado los primeros pasos de sus proyectos empresariales de 1.109 emprendedores.

El año pasado usaron en algún momento las instalaciones 336 personas (222 hombres y 114 mujeres), de los que 31 fueron personas llegadas por primera vez de países como Francia, Rusia, Ucrania, Alemania, Argentina, Estados Unidos o Canadá. "Está viniendo a vivir a Oviedo mucha gente nueva y lo estamos notando mucho en nuestro día a día", explica Silvia Oliveira, del programa Oviedo Emprende, dependiente de la concejalía de Economía, que lidera la popular Leticia González.

Asistentes a un taller de ideas creativas organizado en el Talud. | LNE

Asistentes a un taller de ideas creativas organizado en el Talud. | LNE

A esas 31 llegadas se sumaron otros trece extranjeros nuevos desde enero de este año. El tiempo de duración de los puestos habilitados por el Talud por estos usuarios foráneos es variable, aunque a día de hoy ocho visitan las instalaciones a diario: un francés, tres rusos, dos ucranianos, un alemán y un recién llegado de un país oriental. "Una de las ventajas del Talud es que puedes cambiar de entorno de trabajo y esto activa tu neuroplasticidad", sostiene, un Andrew Scho, que llegó al edificio municipal de La Ería de pura casualidad. "Lo busqué por Google y me pareció que tenía buena pinta", recuerda este pequeño empresario que cada día elige una mesa distinta del Talud para trabajar. "Es bueno porque conoces gente nueva y me ayuda a mejorar mi español", detalla.

Los 336 usuarios registrados el año pasado superan con creces los 286 contabilizados en 2023, lo cual evidencia un creciente interés por la utilización de este tipo de equipamientos. La demanda es tal que en los meses de abril y noviembre se alcanzaron picos de ocupación superiores al 110% de la capacidad total del edificio, estimada en medio centenar de puestos para "coworkers".

El perfil mayoritario de los usuarios es el de varones de mediana edad dedicados a sectores de las nuevas tecnologías, aunque la tendencia es que cada vez llegan más mujeres, con la comunicación y el marketing como disciplinas más al alza. No obstante, en el Talud se dan cita cada día empresarios individuales de campos tan variopintos como la consultoría, el turismo, la construcción, la arquitectura o el comercio.

Esta creciente demanda de infraestructuras de la conocida como "economía colaborativa" donde conviven emprendedores de distintos campos es vista por el Ayuntamiento de Oviedo como una oportunidad para la economía local que se valora aprovechar con nuevos centros "coworking" en enclaves como el Calatrava o el barrio de Villafría. n

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