Temor por la resurrección de un polémico local en el barrio ovetense de La Argañosa

Los vecinos, asustados ante la posibilidad de que se repitan los graves incidentes del pasado, pero el propietario les tranquiliza: "Sera un pub tranquilo, con portero y todo"

Agentes de la Policía Local de Oviedo.

Agentes de la Policía Local de Oviedo. / LNE

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

Oviedo

Los vecinos han puesto el grito en el cielo por la resurrección de un polémico local de la plaza de La Libertad (antes plaza de la Liberación), en el barrio de La Argañosa. Se trata de un antiguo "after" que los vecinos asocian a peleas, agresiones, melopeas a la luz del día y escándalos continuos, y que ahora está siendo sometido a una reforma en profundidad. Los vecinos temen que se reproduzcan los incidentes por los que se hizo famoso en el pasado.

En el interior del local hay una gran barra que hace pensar en un establecimiento hostelero. Los vecinos han recibido de uñas la posible reapertura del establecimiento que les hizo vivir "un calvario" en el pasado. Ha habido al parecer varias llamadas ante la Policía Local, aunque poco pueden hacer los agentes, salvo recabar los correspondientes permisos.

El propietario del local, un conocido empresario de la noche con cuatro décadas de experiencia –tuvo los clubes Elvis y el Delfos–, quiso tranquilizar a los vecinos e indicó que el local "va a ser un bar de copas tranquilo, con su portero para dar seguridad, sin más, como todos los que tuve en el pasado". Por eso pidió que "la gente esté tranquila. No voy a meter dinero en un sitio que dé problemas".

Lo cierto es que el anterior"after" se caracterizaba por su ambiente latino y por tener una pensión encima, una mezcla explosiva que llevó a numerosos incidentes y finalmente al cese de la actividad en 2017. El club era uno de la media docena de "after" sobre los que el Ayuntamiento de Oviedo puso el foco hace unos años ante las quejas vecinales. La Administración local se encontró con una dificultad añadida: era imposible dar con los verdaderos propietarios de los establecimientos.

Ahora el propietario sí es conocido y asegura que tiene todos los permisos requeridos en regla.

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