Elisa Costales Palomo: "Me encantaría acabar con las falsas etiquetas, el Rotary no es elitista"

"Quiero devolver al Rotary todo lo que el rotario me ha dado, que es mucho", afirma esta joven abogada, que se inició en el movimiento solidario con solo 16 años

Elisa Costales Palomo. | FERNANDO RODRÍGUEZ

Elisa Costales Palomo. | FERNANDO RODRÍGUEZ

Oviedo

Está a punto de convertirse en la mujer más joven en presidir un club de Rotary en España. Esta abogada, especializada en derecho laboral, atesora, pese a su juventud una amplia trayectoria en la organización rotaria, donde ingresó con apenas 16 años en las juventudes de este movimiento internacional, Rotaract. Nacida en Gijón hace 29 años, estudió en la facultad de Derecho de Oviedo y al realizar el máster ya se quedó a vivir aquí. "Soy ovetense de pura cepa", asegura Elisa Costales Palomo, que asumirá la presidencia del Rotary Club de Oviedo en su tradicional Cambio de Collares, el 10 de julio , donde recogerá el testigo del actual responsable, José Piloñeta. Entre sus objetivos tiene uno muy claro y definido: despejar cualquier atisbo de visión elitista que se pueda tener desde fuera y visibilizar la labor que realizan.

-¿Por qué merece la pena ser rotario?

-Tenemos un problema, somos una organización muy poco conocida. El Rotary no es una ONG, tampoco es una congregación religiosa. Me gusta describirlo como un grupo de personas, más bien un grupo de amigos, pues aquí en Oviedo ahora somos 25, que nos reunimos todos los martes y tenemos interés en todo lo que pasa nuestro alrededor: el arte, la cultura, el patrimonio, la economía, la sociedad, las empresas. Es decir, tenemos interés en todo lo que nos rodea, desde una perspectiva local pero también global. El Rotary, por ejemplo, tiene proyectos a nivel mundial, como el Polio Progress para la erradicación universal de esta enfermedad. Y cada club debe ocuparse de las inquietudes y problemas de su ciudad.

-¿No son una ONG, pero cómo definiría al Rotary?

-Más bien como filántropos, mecenas, personas con inquietudes y, los más importante, gente en acción. Es decir, no solo nos preocupamos por un problema, que ojo ya es mucho más de lo que hacen algunas personas, sino que además de tomar conciencia, también realizamos acciones concretas. Si hay algo que creemos que nosotros podemos aportar para ayudar, sin duda lo vamos a hacer.

-La presidencia tiene un carácter rotatorio. ¿Cuál son su prioridades para este mandato 2025-2026?

-Mi primer objetivo consistirá en trabajar y en hacer cosas positivas por y para los ovetenses. En Rotary cada año sale un lema, el de este año es "Unidos para hacer el bien".

-¿Qué problemas ha detectado el Rotary Club de Oviedo en su ámbito más local?

-El proyecto para este próximo año no lo puedo desvelar, antes debo comunicarlo al resto de socios en la primera reunión del mandato, como es lógico. Nuestra preocupación en Asturias se centra, sobremanera, en la juventud y en el empleo. De ahí, por ejemplo, la beca que damos junto a la Universidad de Oviedo al mejor expediente académico en la rama de estudios de Arte y Humanidades. Contamos con los premios Paul Harris y a la Mujer Trabajadora que, por cierto no son azarosos; con los Paul Harris se donan mil dólares a la fundación rotaria para proyectos como el de la Polioprogress. Siempre hay un fin solidario. En Oviedo hacemos donaciones a las Siervas de Jesús para los desayunos que dan cada mañana en la calle Uría, colaboramos con la Cocina Económica y participamos en el proyecto Pobreza Silenciosa junto a la Fundación Alimerka, que consiste en dar cheques para comida a personas que atraviesan por una situación económica difícil y no se atreven por pudor a recurrir a recursos como el de la Cocina Económica. Esa pobreza no se ve, no se oye, pero existe y queremos dar respuesta a familias que lo pasan realmente mal.

-¿Cómo es posible que a sus 29 años sea toda una veterana en el movimiento rotario?

-Conocí Rotary por mi tío, que estuvo muchos años en México y luego él ha sido rotario de Gijón. Me presentó a unos premios que se llaman Protagonistas del Mañana. Yo en aquel momento era voluntaria en varias ONG y también hacía la carrera de danza. El premio, que se da a los jóvenes que van a comenzar el bachillerato, consiste en ir a un campamento internacional que en nuestro distrito ahora es el de Maspalomas, pero cuando yo fui, aún no existía y me llevaron a un campamento en Alemania, donde conocí a gente de todo el mundo, hice amigas de Egipto y la India y luego he estado en sus países, donde me enseñaron sus clubes rotarios. Después he sido monitora en el campamento de Maspalomas. Yo siempre quiero devolver a Rotary todo lo que Rotary me ha dado. También he participado en los RYLAS, que son seminarios de liderazgo juvenil y he tenido cargos internacionales en Rotaract, las juventudes de los rotarios.

-El Rotary nació en Oviedo en 1934, pero fue prohibido por el franquismo. ¿Todavía hay un gran desconocimiento sobre su labor?

-A mí de broma mis amigas me dicen que si voy a un club masónico. Y no, no somos masones, no tenemos nada que ver. Rotary es conocidísimo en Europa y en el resto del mundo, mucho más que otros clubes, como los Lions, pero me da pena que en España exista un gran desconocimiento. Estuve de intercambio en la zona de la Aquitania y allí cada pueblo tiene su club y se reúnen en las casas, es otra forma de vivir Rotary, muy distinta a la de aquí. Otro de los objetivos que tengo es promover ese tipo de liderazgo . Si hay juventud que se queda en Asturias, queremos promover cambios y ayudar aquí. Pretendo dar a conocer lo maravilloso que es Rotary y su gran labor.

-¿Existe una percepción errónea del Rotary como un club elitista?

-Me encantaría acabar con las falsas etiquetas, el Rotary no es elitista, ni está reservado a grandes empresarios, somos personas con inquietudes, que quieren contribuir con su granito de arena a hacer una sociedad mejor.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents